Amaranto,
este domingo dejó todo recato
y le
constriñó a su padre, sentado a la mesa:
-¡Papá
mis zapatos!
Dorangel
Sifuentes , su padre,
había
terminado desayunar
insufló
levantarse e ir a trabajar
hasta el medio día
su
hijo joven de quince años espetó de
nuevo:
-¡Papá
mis zapatos!
¡No
tengo con que ir a la academia*!
Dorangel
botó el aire de sus pulmones
Se
arrellanó de nuevo en el asiento
esperando
que Amaranto olvidara el asunto
-¡Papá
mis zapatos! ¡Cómprame!
Dorangel
ya había dado el dinero para la semana a su mujer
y no tenía más
Solo
tenía un resto del dueño de la empresa
que
le había comisionado hacer pago de tributos
y
entregar los recibos de la misma el lunes al mediodía
Quiso
explicarle pero Dorangel estaba adusto y serio
La
compra de sus zapatos era algo que posponía siempre
Pensó:
Tomaría el dinero de la remesa y después lo repondría
¡He ahí el asunto! ¡Cómo
reponerlo si el destajo alcanzaba para el día!
Siguió pensando, dibujándose
todos los matices en su cara oblonga
Dijo,
por último:
-¡Vístete¡
¡vamos a comprarlo!
-¿En
serio?, preguntó Amaranto
e hizo alarde de aligerarse, pero repitió:¿
En serio?
-¡En
serio, como dijo don Desiderio!
-¿Y,
con qué va ha ir a comprar, terció el mayor si no tiene zapatos?
-¡Descalzo!,
apuró el pequeñin que veía televisión
Todos
rieron
Dorangel
con su hijo en el micro rumbo al centro
juntos
en el asiento
Cayó
en cuenta, era la primera vez que salían solos
¡Y
eso, que ya estaba por ingresar a la universidad!
-¿Que
plaza es ésta? peguntó su hijo
-Dos
de mayo
-¿Y
esta avenida?
-
Alfonso Ugarte
-¡Ah
ya, Alfonso Ugarte!, remedó su hijo dando a entender que lo había
oído.
-¿Y
esta otra plaza?
- Bolognesi
Dorangel
se preguntó para sí:
¿Será
posible sea la primera vez que salga con
mi hijo?
¡Maldito
dinero! ¡Me hace falta hasta para sacar a pasearlos!
Amaranto al ver preocupado a su
padre, dijo:
-Si
es por la compra, mejor, lo dejamos para otro día...
-¡No,
hijo, no! -mintió el padre, espero un
poco qué decir, y dijo.-
-Es que recordé en mi
padre, paseando con él por aquí, niño yo, me perdí
-¡Haber,
cuenta papá, cómo fue! inquirió Amaranto
Y
Dorangel y su hijo se enfrascaron en una conversación sana y prodigiosa
Al
terminar Dorangel sentenció, para si:¡Al diablo con el dinero tomado!
¡A
lo bailado nadie lo quita!
__
*se preparaba para
postular a la universidad
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