domingo, 14 de febrero de 2016

Dia de los enamorados



Cuando una mujer está enamorada
verdaderamente enamorada
evidente es, pierde noción del tiempo
la dirección donde iba o regresaba

Incuestionable , torna  dulce su mirar
melodía su forma de hablar 
sus ojos dos pajarillos asemejan
sus latidos interiores armonizan
al que tiene la suerte poseerla

El, evidentemente, se sabe  dueño
y si le corresponde de igual forma,
 un paraíso el mundo les parecerá
y las vicisitudes soportable será

Se encontraron dentro del patio
Tal vez trabajaban en el mismo edificio
en diferentes ambientes
Se dieron besitos en la mejilla, y ella
le empezó a contarle sus inquietudes

Luego, le anudaba su corbata
Sus dedos  plisaba su cabello
Se inclinaba hacia sus flancos,
(Supuse, tanteaba, cómo
 mejor recibir el beso)

 Mientras, 
le hacia embelecos y no dejaba de hablar
Su mejor sonrisa no dejaba mejorar
Su cabello largo, castaño, un poco sacudía
y tras el pabellón de su oreja lo recogía
y enseñaba su cuello desnudo y níveo
(Tratando seducirle –yo, especulaba)

Cuando una mujer está enamorada
verdaderamente enamorada
evidente es, pierde noción del tiempo
la dirección donde iba o regresaba

Sin quitar mirada ni aminorar zalamería
Jugueteaba con el folder manila que llevaba

Entonces, recordó que algo le urgía hacer
Y antes de despedirse, (seguramente, auguro)
Prometieron encontrarse hoy sábado
previo al Día de los enamorados
para la tarde, después del trabajo

Y ella, por fin, desenvuelta, le estrechó hacia si
Y le estampó un apretado beso
sin importarle que el mundo la viera
(entre ellos, yo, que hacía cola por una atención)

Y se fue  corriendo como una niña feliz.


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