Tengo sueños tan fuera de sitio…
En un patio amplio dos borrachos discuten tan desalineado
por la curda
que llevan, que me llama la atención.
En eso, uno, el que me da la espalda le faltaría recursos para contestar, o el agravio de su amigo habrá sido hiriente
que saca un afilado cuchillo de su pretina y se lo planta a su compañero por
debajo del corazón y, éste, que me da frente (estoy a diez metros de la
escena) saca a su vez su propia daga, le saca filo con dos pequeños tajos en su propio hombro
descubierto y luego ,antes de caer, lo
empalma a su camarada.
¡Cosa rara! En vez de
ponerse a recaudo (el que me da
la espalda), más bien, con palabras
aguachentas trata pedir disculpas por la
acción al amigo herido y como si dijera:
Toma mi vientre, húndemelo también
Y ambos caen.
Y yo me levanto estupefacto.
Zeli, ¿por qué
este horrible sueño?
No hay comentarios:
Publicar un comentario