martes, 20 de agosto de 2013

Tengo sueños tan fuera de sitio…

Tengo sueños tan fuera de sitio…
En un patio amplio dos borrachos discuten tan desalineado por la curda
que llevan, que me llama  la atención.
En eso, uno, el que me da la espalda le faltaría  recursos para contestar,  o el agravio de su amigo habrá sido hiriente que saca un afilado cuchillo de su pretina y se lo planta a su compañero por debajo del corazón  y, éste,  que me da frente (estoy a diez metros de la escena) saca a su vez su propia daga, le saca filo   con dos pequeños tajos en su propio hombro descubierto y luego ,antes de caer,  lo empalma a su camarada.
¡Cosa rara! En vez de   ponerse a recaudo (el que me da la espalda),  más bien, con palabras aguachentas  trata pedir disculpas por la acción al amigo  herido y como si dijera: Toma mi vientre,  húndemelo también
Y ambos caen.
Y yo me levanto estupefacto.

Zeli,  ¿por qué este horrible sueño?

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