Era un hombre muy feliz con su esposa… mientras estaba
en vida
Cada aniversario de bodas recibía su mujer un hermoso
ramo de rosas
Desgraciadamente, a fines del año pasado murió de un
cáncer sorpresivo y rápido, joven aun.
Pero lo que le
sorprendió a la difunta, en este nuevo aniversario, era recibir otro
ramo de rosas no estando presente su esposo
Molesta fue a la florería a reclamar tal afrenta, ofendía la memoria de su digno esposo,
reclamó.
-¿Leyó la tarjeta, digna señora,? preguntó el dueño de
la florería
-No, cómo me iba
ocurrir leer algo que a todas luces es una ofensa
-Léela, por favor, sugirió amablemente el florista.
Al hacerlo, ella, encontró el texto más o menos así:
“Mujer (nombre de ella) he ordenado a la florería (y
dejado pagado) que todos nuestros aniversarios, en tu existencia, te llegue un
ramo de rosas pero, aquel año que no lo recibieres, la florería insistirá cinco
veces en tocar tu puerta y si no lo recibieras dejo encargo que se entregará el ramo de rosas, aquí, en
el camposanto, donde, seguramente estaremos juntos.”
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