[Carta (extracto) de Víctor Raúl Haya de la Torre a Luis
Alberto Sánchez (Karolas)]
Ginebra, Febrero de
1955:
Yo, ahora no tengo
más renta segura que los 40 dólares que El Tiempo (diario) me paga por artículo…
Trate de hipotecar lo que heredé de la señora Prada. Ofrecí
un testamento ológrafo dejando todo a quién me diera 5 ó 6 mil dólares por la
herencia ¡Nada! Todos son aplausos, saludos, sonrisas…
Me quedo en Ginebra porque
me cercaron de hambre y la indiferencia, la persecución y la insensibilidad..
Ahora solo cada tres meses recibo 200 dólares de El Tiempo…
No soy el mismo, físicamente, de antes Necesito hacer gasto
de dentista, de chequeo, acaso de una leve operación. Pero la fría sordera que
me rodeó en cuanto a dinero toda mi vida está ahí como un muro Y de él sigue
saliendo la voz de “tienes que venir” y “tienes que volver a tender la cama y
ha calentarnos el agua como el 45”
Y el 45 (1945) lo hicimos con los 45 mil soles que yo gané
de un negocio Porque nadie me dio nada Ni Bustamante [Bustamante y Rivero,
presidente de 1945 a 1948 Posterior Presidente Tribunal de La Haya] Porque no
teníamos un centavo y yo me metí a vender una flota de camiones- tanques por
medio millón, me gané el 10% Esto con la ayuda de un tío de Fernando y de un gringo del FC Central, y yo de
intermediario. Entregué 45.000 mil soles
al partido y 5 mil a quién me dio la chance Así se hizo la campaña para
que todos fueran al poder. Bustamante no dio nada… ¿Creen ahora que van a tener
otra victima gratis? Se equivocan
.. Y yo así no trabajo. Contra tanto egoísmo ya no se puede
hacer más… No me he curado de un asco orgánico que se me subió hasta los pelos en la
experiencia anterior Esto es algo de muy
adentro, muy de mi corazón Yo me asilé (embajada de Colombia en Lima) con asco
de hacerlo pero no empezó el asco de verme arrojado de todos los posibles refugios
Jorge Idiáquez es testigo de que nos
echaban de cada casa, nadie quería verme
De modo que si yo volviera a Lima sería como el médico va al hospital a cumplir la misión
irrevocable frente al mal que hay que combatir pero que nos puede matar…
pensando en el pobre indio que todavía espera de mí y de
nosotros Pero ¡con cuantas cicatrices! Tantas que ya no hay lugar en la piel que
no sea costra y callo… y, claro, hoy tendríamos
que imponernos con una avasalladora
propaganda que se proyectara desde Europa… Y eso, no se hace con 45 mil
soles como el 45…
Cualquier día puedo amanecer muerto en un hotel -nunca creo que tengo comprada la vida- y a
cada lugar donde llego busco un amigo porque en todas partes lo tengo, y le doy
el encarguito de si algo me pasa, sacarme, cremarme, callarse unos ocho días y
dar aviso a mi cónsul mas cercano Y
cuando ya hay tirado mi tierra al surco más próximo, o al mar, o río, o al lago que mejor le agrade.. Pues bien,
como esto también puede ocurrir, que se sepa que no he corrido de América sino
que me han corrido Me ha corrido la necesidad de ganar dinero Me ha corrido un
futuro de hambre… Todos los compañeros creen que debo vivir como si fuera un locatario
del Olimpo, vivir del néctar de los dioses… ¡Guardo la cuenta! Aplausos, loas,
sonrisas. Ni un centavo..
Europa es cara Mi
papel aquí debe ser el de un promotor de fama para el aprismo Pero eso cuesta, una conferencia de prensa en
Oslo con el infaltable coktail europeo
me costó 80 dólares (un mes de sueldo) En correo gasto 40, 50, y 60 dólares…
Ahora he ordenado vender mi enciclopedia británica en México
Vender todo... Me voy a Londres porque Nehru [primer ministro de la india, 1947
al 1964] me citó para una breve entrevista Que puede resultar en un viaje a la india
(solo invitado iré pero si tuviera dinero otro gallo cantaría)
Bueno, advierto que no he pedido ni pido limosna, ni mendigo
ni quiero. Pedí trabajo y propongo un negocio: hipotecar o vender al plazo de mi muerte la herencia de Lima si
nada de esto es posible
Llame al Apra y no me oyó
Y, pues, sus puertas me cierran
De mis pasos en (esta) tierra
Responda el Apra, no yo.
Víctor Raúl
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