viernes, 7 de febrero de 2014

¿Será mío?


Cuenta una empleada de un laboratorio limeño:





Una mujer llegó a pedir 4 pruebas para dar con el padre de su hijo. La primera vez llegó con un auto del año. Pagó los derechos del examen y dijo que al día siguiente vendría él. El hombre  cuando vino  se le vio molesto y cuando le tomaron las muestras se fue sin despedirse. Después,  a los siete días se estableció que no era  el padre. La mujer siguió buscando...
El segundo candidato a pesar que estaba animoso pero tampoco fue el padre. Llegó el tercero que corrió igual suerte.
Cuando llegó el cuarto la mujer estaba preocupada Esta vez sí acertaron. El padre de su hijo era nada menos que le chofer de la familia.

Para una sospecha de infidelidad es la prueba ADN.
Los seres humanos recibieron 50% ADN  del padre y 50% ADN de la madre.
El Método màs común y sencillo es el frotado bucal con hisopo de algodón, saliva con el que se llega a una certeza de 99.9 % si uno es el padre biológico.
70% de los que lo solicitan son las mujeres.  
En el 45% de los casos privados en que el hombre pide una prueba de  ADN  para confirmar su paternidad descubre que no es el padre biológico del hijo que creía como suyo.

Cada muestra se analiza 15 veces.Allá, dice, observo qué cromosomas fueron heredades del padre y cuales de la madre: el hijo debe tener de ambos para establecer paternidad. Los 15 análisis deben ser positivos. De lo contrario, aunque 13 sobre 15 salgan positivo y 2 negativos no es el padre. El ADN  es entonces nuestra identificación innegable más que el DNI, desde que nacemos hasta nuestra muerte, incluso, hasta después.

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