lunes, 10 de febrero de 2014

Cruzando el volcán

Recuerdo que teníamos que regresar a  casa,
Un bohío pegado a la costa; mamá  esperaba.
Y  había que dar un rodeo inmenso de cerros
Pero había otra forma directa: escalar el volcán.
Cruzar el campo que olía azufre  ¡y eso hicimos!
Mi bota  empezó derretirse por el calor del ejido
Apuramos  papá y yo lo más rápido  la gleba
 Campo amplio de rocas pequeñas y puntiagudas
 Los vientos alisios daban sobre nuestras espaldas
 Ahí estaba el noroeste, no podíamos perdernos
Aquel siempre sopla en una sola dirección, dijo.
Saltábamos   por donde la lava  buscaba el mar.
Saliendo de la escoria volcánica, al bajar el cerro
 La materia abrazada interior buscaba  ventanas,
aberturas, grietas, por donde expulsar la fumarola
El dióxido de carbono no tiene olor pero mata, dijo,
Por eso llevaba  antorcha prendida a pesar del día
Si se apagaba estaba presente, había que rodearlo
Tenía sed, dije, plantó un canuto a una barricada
 Esperamos  un bote  lo llenara ¡Era agua purísima!
¡Nunca podré olvidar esa travesía junto a mi padre!


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