como quién da vuelta una página
ya que nunca pude edificar
el metaplasmo a la palabra amor
Si hubiese pronosticado una adivina
estando yo aun adolecente:
mi vida habría de ser eterna letanía,
verdad qué, creer, no lo permitiría
¡Pobre corazón! no te dejo descansar
Mucha pena inmensa te endoso
Una noche menos te abrigo
la paz no te lego pero sí el ahogar
Tanto escribo sin poder hallar
algo alterno a mi quebranto,
cangilón de estiércol recogiendo
¡Qué escalera difícil por subir!
¡Pobre corazón! no te dejo descansar
Mucha pena inmensa te endoso
Bandeja de tecknopor usado
Quiero un dardo de frente a la yugular
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