viernes, 7 de octubre de 2011

La loca del semaforo

Lleva la loca una piedra que le llena la mano
se defenderá del custodio de la cuadra
o añicar el parabrisas  -amenazará-
si un conductor reacio es  a darle  propina

Mediado de agosto, el frío cala los huesos
pero ella parece veranear  en alguna playa
una prenda tipo baby doll, short, sandalias  
Y al hombro derecho su cartera colgada

Intuyo que la intercepción que hace
es por  propinas y no por estar loca
la mirada elíptica y vidriosa no tiene
incluso es su faz redonda y agraciada

Parece gozar  la irreverencia al pudor
a la lógica, al tiempo, a la mirada
Gorda, tetona, la nalga llena
más de veinticinco no debe pasar

Piel bronceada, uniforme, tote corpe
A la gente le causa risa  y la piropean
Al fin de cuentas no agrede, finge,
verla como se gana la vida sobrecoge

                              *
En calles circuladas de Lima se encuentran
saltimbanquis, cantantes, ambulantes de la risa
Mariposones con globos inflados en el poto
simulando tetas y nalgas, vendiendo caramelo;
adolescentes, haciendo volteretas sin malla
en esquinas, mientras,  está en rojo el semáforo

Títeres de muñecos bailando rap obsceno
en el salón de los ómnibuses
en plazas públicas histriones informales
charlatanes de pócima de lagarto

Será por eso, los circos no se llenan en Lima
¡Qué calamidad! jóvenes que son nuestro futuro
Será por eso, el primer mandatario del Perú
-el que acaba de salir, el payaso mayor- (1)
 decía muy orondo y con mucho fervor
que  estamos por alcanzar el primer mundo.

(1) al que la plata le llega sola

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