Por su bigote llamativo le llamé don bigote, en confianza,
Vestía terno gris, ploover fino hilo, camisa, linda corbata
Yo, administrador en mi propio negocio gozaba cierta posición
Un día se apoyó en mi escritorio, nervioso, me dijo:
"No lo tomes a mal, traigo una oferta que no podrás obviar
un juego de ollas de fino acero, apenas usada"
Sorprendido verlo en apuro, caballero tan encopetado,
como si la cosa no viniese a más pregunte "¿cuanto?"
Tanto dijo, me pareció bien y por no azorarle más
vi, apenas, el juego de ollas y extendí el dinero y dije:
"No se preocupe, para eso están los amigos"
Se fue aliviado y yo me quede sopesando el evento.
Hoy, llevo a vender mi cámara nikon apenas usada
¡Desgracia! pasado de moda por la generación digital
No son revendibles como las ollas de don bigote que uso
A pesar de tener familia con dinero no recurro a ellos
Comprendo cómo don bigote recurrió a un amigo
Escasos son los mios y no se donde diablo están
Camino la noche alrededor del mercado de pulgas
Los que tienen sitio, ofrecen por mi cámara
lo que se paga por un taxi a mi casa
En su tiempo pagué por el, como de las mas caras
Apoyado en la baranda del puente peatonal
con poca visibilidad que puedan reconocerme
-el frió que sube de la vía- trato ofrecer al transeúnte
¡Que difícil abrir la boca y decir vendo esta cámara!
Abro la palma de mi mano como virgen en burdel
Susurro:" ven-do- una- ca-ma-ra- en- buen- es-ta-do"
¡Y la vendí! más de lo que me ofrecían los tenderos
Pude llenar la olla de don bigote por media semana
jueves, 27 de octubre de 2011
miércoles, 26 de octubre de 2011
La Música criolla
Hay moreno de Cañete
moreno que va moreno que viene
Exprime zumo a la caña y canta:
"¡Ay caña, cañita arreglate bebita!"
Empeño pone en la molienda
en aquello que llama chichive
Lo toma, a su bebita invita y dice:
"¡Morenaza, diosa d ébano
te espero en el suelo!
¡En el suelo apisonao pa bailar
no seas mal pensaa!"
Trina trina la guitarra, casca el cajón
percuta la castañuela
Baila el moreno y su bebita
que a punto está.
Es tondero La Chongoyopana
como yaraví empieza un triste
-lagrimeo , procesion de Lima
y acaba en fiesta de rompe y raja-
Se le oye decir al moreno chingano:
"Mi Adelita en hábito la ví tan bonita
y sin habito ¡ay corazón,ya no, ya no"
Luego de la obertura lacrimal
la fuga es pimienta charque y sal
(Sus adeptos La samba tendrá
repique de tamboril tun tun en el boshe
pitear de pito, raspar de mandolina)
Pero nuestra música, historia nuestra
es lo que importa, lo que vale
Se siente y no hay cosa mas sabrosa
Odiame, vals con tinte de poesía
Federico Barreto poeta tacneño
viendo su patria chica invadida
Libertd a su club de cuadra llamó
y la criollaza gente de Tacna
aún, por la suerte infausta,
de lado, su sentir no dejaba
frente a mirones rotos bailaba
que nos imitaron con la cueca
Hay vals de la buena y de la mala
-y mala no por alusión a la coca-
por la herida que dejó ingrata bebita
a su moreno que en chichive se ahoga
Borges amaba la milonga antes que el tango
Garcia Marquez , prefería Los panchos
antes que la Cumbia
A nosotros siempre la música criolla
Esa de guitarra castañuela y cajón
que nos grabó de vals el corazón
Este 31 de octubre¡Que viva la música criolla!
moreno que va moreno que viene
Exprime zumo a la caña y canta:
"¡Ay caña, cañita arreglate bebita!"
Empeño pone en la molienda
en aquello que llama chichive
Lo toma, a su bebita invita y dice:
"¡Morenaza, diosa d ébano
te espero en el suelo!
¡En el suelo apisonao pa bailar
no seas mal pensaa!"
Trina trina la guitarra, casca el cajón
percuta la castañuela
Baila el moreno y su bebita
que a punto está.
Es tondero La Chongoyopana
como yaraví empieza un triste
-lagrimeo , procesion de Lima
y acaba en fiesta de rompe y raja-
Se le oye decir al moreno chingano:
"Mi Adelita en hábito la ví tan bonita
y sin habito ¡ay corazón,ya no, ya no"
Luego de la obertura lacrimal
la fuga es pimienta charque y sal
(Sus adeptos La samba tendrá
repique de tamboril tun tun en el boshe
pitear de pito, raspar de mandolina)
Pero nuestra música, historia nuestra
es lo que importa, lo que vale
Se siente y no hay cosa mas sabrosa
Odiame, vals con tinte de poesía
Federico Barreto poeta tacneño
viendo su patria chica invadida
Libertd a su club de cuadra llamó
y la criollaza gente de Tacna
aún, por la suerte infausta,
de lado, su sentir no dejaba
frente a mirones rotos bailaba
que nos imitaron con la cueca
Hay vals de la buena y de la mala
-y mala no por alusión a la coca-
por la herida que dejó ingrata bebita
a su moreno que en chichive se ahoga
Borges amaba la milonga antes que el tango
Garcia Marquez , prefería Los panchos
antes que la Cumbia
A nosotros siempre la música criolla
Esa de guitarra castañuela y cajón
que nos grabó de vals el corazón
Este 31 de octubre¡Que viva la música criolla!
martes, 25 de octubre de 2011
Estante del olvido
He tenido poca percepción inculcar
a mis hijos solo apego a los números.
Todos caminan a ser ingenieros
No es que no me guste ello
yo también quise ser igual
Me gustaba insistir, con calma,
meticulosidad, hallar la respuesta
a un problema usando integrales.
Son mis hijos, fríos, como los números.
por decir,en la sobremesa de la cena
Como si lo complejo de esa ciencia
no es menester discernir en casa.
Hubiese querido sólo a uno persuadir
ser amante del arte o la literatura
Recitara para gozo de todos
un poema de Machado o Neruda
o de nuestro insigne César Vallejo;
me motivara así desempolvar obras
apilados en el estante del olvido.
a mis hijos solo apego a los números.
Todos caminan a ser ingenieros
No es que no me guste ello
yo también quise ser igual
Me gustaba insistir, con calma,
meticulosidad, hallar la respuesta
a un problema usando integrales.
Son mis hijos, fríos, como los números.
por decir,en la sobremesa de la cena
Como si lo complejo de esa ciencia
no es menester discernir en casa.
Hubiese querido sólo a uno persuadir
ser amante del arte o la literatura
Recitara para gozo de todos
un poema de Machado o Neruda
o de nuestro insigne César Vallejo;
me motivara así desempolvar obras
apilados en el estante del olvido.
Espadachín de la galaxia
¡Pobre mi niño!, inventa su propio juego
con una madera atada de travesaño
y, esto, adosado al palo derecho
Finge ser espadachín de la galaxia
Enfundado en su casco y capa blanca
lucha contra el lado oscuro
¡Pobre mi niño!, da patadas en el aire
Lucha contra las ramas del palto
Emite ininteligible voz de lucha
Y cae herido por la daga invencible
Se acuclilla, se tiende, en cámara lenta,
al césped, con verídico dolor
Así fueron todos mis hijos en su niñez
Encapsulados en el jardín de la casa
Sus juguetes eran guijarros que pintaban
O, escarabajos que domesticaban
Más grande, rayano a dejar la niñez
eran, como este, espadachín de la galaxia
Desde que llego la inopia a esta casa
se ha sentado en armadura de fierro
sobre la poltrona, difícil de despedir
Como si gozara verme soga al cuello
parado, yo, sobre un cubo de hielo
solo esperando el deshielo
Será por eso, los que ahora son jóvenes
dura me dan respuesta, dura la mirada
cuando es menester comentarle algo
Quisiera tener chin chin para paliar en algo
reinvindicar con onerosas excursiones
Pero el poco billete que llega tiene alas
cuando abro la palma vuelan
Por eso acaricio la idea, desvariada,
de robar al palanganero vecino
sin mas ayuda que mi propia sombra.
El dinero no da felicidad, me dirán,
pero da una sensación muy parecida.
con una madera atada de travesaño
y, esto, adosado al palo derecho
Finge ser espadachín de la galaxia
Enfundado en su casco y capa blanca
lucha contra el lado oscuro
¡Pobre mi niño!, da patadas en el aire
Lucha contra las ramas del palto
Emite ininteligible voz de lucha
Y cae herido por la daga invencible
Se acuclilla, se tiende, en cámara lenta,
al césped, con verídico dolor
Así fueron todos mis hijos en su niñez
Encapsulados en el jardín de la casa
Sus juguetes eran guijarros que pintaban
O, escarabajos que domesticaban
Más grande, rayano a dejar la niñez
eran, como este, espadachín de la galaxia
Desde que llego la inopia a esta casa
se ha sentado en armadura de fierro
sobre la poltrona, difícil de despedir
Como si gozara verme soga al cuello
parado, yo, sobre un cubo de hielo
solo esperando el deshielo
Será por eso, los que ahora son jóvenes
dura me dan respuesta, dura la mirada
cuando es menester comentarle algo
Quisiera tener chin chin para paliar en algo
reinvindicar con onerosas excursiones
Pero el poco billete que llega tiene alas
cuando abro la palma vuelan
Por eso acaricio la idea, desvariada,
de robar al palanganero vecino
sin mas ayuda que mi propia sombra.
El dinero no da felicidad, me dirán,
pero da una sensación muy parecida.
lunes, 24 de octubre de 2011
La mesa grande
La mesa grande, madera de roble
que mi tío traspasó a mi padre
-el taller del tío era pequeño
su cliente no lo quiso recoger-
mide tres metros cincuenta
Se quedó en nuestra casa vieja.
En la mudanza, tiempo después,
a casa nueva, ésta, pedía mesa nueva
No la llevamos, quedó por anticuada
Al poco tiempo, cuando urgía refugio
llevé ahí, a ella, a encandilar mi amor
Cuando nació mi primer hijo
buscando independencia
me instalé en la casa vieja:
La mesa grande estaba esperando
La heredé con otros bártulos
Anticipo de mi escasa herencia
Jóvenes, nos parecía tan grande:
Solíamos encimar un minifrigider
Canasto de ropa, teve de doce pulgadas
y sobraba sitio para sentar la merienda
La mesa grande tiene su prehistoria,
ignoramos, -usada la adquirió mi padre-
Lo que atañe a la nuestra, la cuento:
Sobre ella jugaba con mi hermana Eli
haciendo túneles en caja corrugada
cajas vacías de naranja Huando
que mi padre traía expresamente
-el vendía fruta en calles de Lince-
Pequeño, era yo, que mi mollera
no alcanzaba su tabla lisa y rasa
En mi segunda mudanza lo llevé
a mi casa propia y aún la mantengo
- queda duda quién se ira primero,
pero, sin duda, si fuese yo,
harán braza con ella-
Ya no me parece grande
¡son tantos mis hijos!
quepan, apenas, con las justas.
que mi tío traspasó a mi padre
-el taller del tío era pequeño
su cliente no lo quiso recoger-
mide tres metros cincuenta
Se quedó en nuestra casa vieja.
En la mudanza, tiempo después,
a casa nueva, ésta, pedía mesa nueva
No la llevamos, quedó por anticuada
Al poco tiempo, cuando urgía refugio
llevé ahí, a ella, a encandilar mi amor
Cuando nació mi primer hijo
buscando independencia
me instalé en la casa vieja:
La mesa grande estaba esperando
La heredé con otros bártulos
Anticipo de mi escasa herencia
Jóvenes, nos parecía tan grande:
Solíamos encimar un minifrigider
Canasto de ropa, teve de doce pulgadas
y sobraba sitio para sentar la merienda
La mesa grande tiene su prehistoria,
ignoramos, -usada la adquirió mi padre-
Lo que atañe a la nuestra, la cuento:
Sobre ella jugaba con mi hermana Eli
haciendo túneles en caja corrugada
cajas vacías de naranja Huando
que mi padre traía expresamente
-el vendía fruta en calles de Lince-
Pequeño, era yo, que mi mollera
no alcanzaba su tabla lisa y rasa
En mi segunda mudanza lo llevé
a mi casa propia y aún la mantengo
- queda duda quién se ira primero,
pero, sin duda, si fuese yo,
harán braza con ella-
Ya no me parece grande
¡son tantos mis hijos!
quepan, apenas, con las justas.
jueves, 20 de octubre de 2011
La computadora
En mi casa no se da paz a los enchufes.
Las noches tornase perenne vigilia
interactuando mis jóvenes hijos,
-con otros- en su respectiva laptop
El pequeñin, dice, haciendo tarea
en la computadora vieja.
Y los que no tienen, exigiendo turno...
Mi mujer, viendo con mi hija televisión.
En mi casa no se da paz a los enchufes
Buena parte de la noche gastan energía
Y yo relegado, solo, en mi cuarto
-aun no tengo mi propia laptop-
Me acuesto temprano
para despertar temprano,
antes que amanesca
y poder coger la compu vieja
Desenchufando cargadores
apagando artefactos prendidos,
sigiloso, bajo la escalera
con mi cuaderno de notas,
manta polar en mi espalda...
y ¡ay de mi! encuentro a mi niño
tecleando la computadora
¡Se me adelantó...!
Seguro, también sufre la tiranía
de sus hermanos mayores.
¿Dónde estarán esos años de mi niñez
que mi padre apagaba la vela a las ocho
y no había más ruido en casa,
solo los gatos maullando en el techo
hasta el rayano del nuevo día?
Así como la casa mía, pienso,
será la de muchos:
La vida noctambula no es tanto en la calle,
sino dentro de casa.
Las noches tornase perenne vigilia
interactuando mis jóvenes hijos,
-con otros- en su respectiva laptop
El pequeñin, dice, haciendo tarea
en la computadora vieja.
Y los que no tienen, exigiendo turno...
Mi mujer, viendo con mi hija televisión.
En mi casa no se da paz a los enchufes
Buena parte de la noche gastan energía
Y yo relegado, solo, en mi cuarto
-aun no tengo mi propia laptop-
Me acuesto temprano
para despertar temprano,
antes que amanesca
y poder coger la compu vieja
Desenchufando cargadores
apagando artefactos prendidos,
sigiloso, bajo la escalera
con mi cuaderno de notas,
manta polar en mi espalda...
y ¡ay de mi! encuentro a mi niño
tecleando la computadora
¡Se me adelantó...!
Seguro, también sufre la tiranía
de sus hermanos mayores.
¿Dónde estarán esos años de mi niñez
que mi padre apagaba la vela a las ocho
y no había más ruido en casa,
solo los gatos maullando en el techo
hasta el rayano del nuevo día?
Así como la casa mía, pienso,
será la de muchos:
La vida noctambula no es tanto en la calle,
sino dentro de casa.
El carro nuevo
Aquella mañana domingo
de halloween
el padre iba a estrenar su auto nuevo
que un día antes la concesionaria le había traído
pidió a su mujer y a su niño salir
En el trayecto, en un grifo se detuvieron
Mientras los esposos bebían unas cervezas
(en el shopping) celebrando el momento
Habían dejado al niño de cinco años
dentro del auto con las puertas cerradas
qué, cansado de la espera
se puso garabatear el tapiz interior.
Cuando regresó el padre se enfureció
ver maltratado el panel de mando
y pegó con tal fuerza la manito del niño
que su mujer con fuerza tuvo que jalarle
para que no siguiera maltratándole
Lo Llevaron al hospital quedando internado.
Al día siguiente, el cirujano preocupado
por no poder restaurar el daño terrible
dijo a los padres:
Las venas colapsaron, no irrigan la sangre
por lo que habrá que amputarle la mano
e impedir la gangrena...
Luego de la delicada operación, el padre,
en la sala de reposo oyó a su niño decir
Dicen que el padre salió como loco de la sala
y quiso tirarse a las ruedas de un camión
por no saber contener los malos impulsos
(Adaptado de emisión radio evangélica)
el padre iba a estrenar su auto nuevo
que un día antes la concesionaria le había traído
pidió a su mujer y a su niño salir
En el trayecto, en un grifo se detuvieron
Mientras los esposos bebían unas cervezas
(en el shopping) celebrando el momento
Habían dejado al niño de cinco años
dentro del auto con las puertas cerradas
qué, cansado de la espera
se puso garabatear el tapiz interior.
Cuando regresó el padre se enfureció
ver maltratado el panel de mando
y pegó con tal fuerza la manito del niño
que su mujer con fuerza tuvo que jalarle
para que no siguiera maltratándole
Lo Llevaron al hospital quedando internado.
Al día siguiente, el cirujano preocupado
por no poder restaurar el daño terrible
dijo a los padres:
Las venas colapsaron, no irrigan la sangre
por lo que habrá que amputarle la mano
e impedir la gangrena...
Luego de la delicada operación, el padre,
en la sala de reposo oyó a su niño decir
¡Papíto, papíto, entendí la
lección!
¡Nunca más volveré a
maltratar tu carro!
pero, papíto, devuelve mi
manito sanita
Dicen que el padre salió como loco de la sala
y quiso tirarse a las ruedas de un camión
por no saber contener los malos impulsos
(Adaptado de emisión radio evangélica)
miércoles, 19 de octubre de 2011
Cosas de la radio
Cuando trabajaba
para la radio
en la emisión de boleros inolvidables,
una noche, una voz serena de mujer madura
llamó por teléfono por una dedicatoria
Dijo: Hágame el favor de poner un tema
Que seas Feliz de Consuelo Velásquez
-¿A quién se lo dedica?, pregunté
-A mi marido -respondió-
A nosotros nos gustaba ese bolero
Y antes que indagara por él -agregó:-
Me dejó anonadado pero la consolé diciendo
-Que pena señora, son cosas de la vida
Pero va ver usted -lo dije por decir:-cómo el caballero,
si nos está oyendo reconsiderará la situación.
E irradié la canción.
A los quince días la señora vuelve a llamar
dijo emocionada ¡Ha vuelto mi esposo!
Yo me había olvidado del asunto
No ubicaba Trataba recordar,
entonces, me ayudó la señora:
-¿Recuerda usted ese bendito bolero Que seas feliz?
¡Ha vuelto mi esposo!¡Soy feliz gracias a usted!
Recordé, pero quedé sin palabras
Son cosas de la radio...
(Contaba Ramírez Lazo como anécdota
en reportaje al diario La República 010608)
en la emisión de boleros inolvidables,
una noche, una voz serena de mujer madura
llamó por teléfono por una dedicatoria
Dijo: Hágame el favor de poner un tema
Que seas Feliz de Consuelo Velásquez
-¿A quién se lo dedica?, pregunté
-A mi marido -respondió-
A nosotros nos gustaba ese bolero
Y antes que indagara por él -agregó:-
Juanito, sé que estás oyendo
Si estás junto a ella no te reprocho
Si te hace feliz, Dios vele a ambos
-y con voz que se le quebrada alcanzó terminar:-
Hoy en tu cumpleaños te dedico
esta canción: Que seas feliz…
Me dejó anonadado pero la consolé diciendo
-Que pena señora, son cosas de la vida
Pero va ver usted -lo dije por decir:-cómo el caballero,
si nos está oyendo reconsiderará la situación.
E irradié la canción.
A los quince días la señora vuelve a llamar
dijo emocionada ¡Ha vuelto mi esposo!
Yo me había olvidado del asunto
No ubicaba Trataba recordar,
entonces, me ayudó la señora:
-¿Recuerda usted ese bendito bolero Que seas feliz?
¡Ha vuelto mi esposo!¡Soy feliz gracias a usted!
Recordé, pero quedé sin palabras
Son cosas de la radio...
(Contaba Ramírez Lazo como anécdota
en reportaje al diario La República 010608)
martes, 18 de octubre de 2011
Camisa de promoción
La camisa de promoción que su hijo usó
el último día de clases, probablemente ,
aquél olvido su existencia pero al padre
le invade una emoción y desazón a la vez
En el fondo de su baúl la encontró
cuando buscaba recambio a la suya:
Pintas de plumones toda la prenda:
en su vida mayor deseos de éxito
de sus compañeros de colegio
con quienes anduvo cinco largos años,
números de orden, teléfonos, firmas
sobrenombres de harta rememoración
Lo tuvo guardado diez largos años
testimonio del joven aplicado que fue
anhelaba, cuando hecho profesional
en un domingo de calor hogareño,
tal vez, en algún cumpleaños de él
en presencia de su nuera y amigos
a modo de discurso de sobremesa
descubriera la vieja camisa pintada
agradeciera a dios su anhelo cumplido
y de refilón imbuyera a sus nietos
que también podían emular a su padre
La camisa de promoción que su hijo usó
el último día de clases, probablemente,
aquél olvido su existencia pero al padre
le invade una emoción y desazón a la vez
Esta tarde se ha propuesto desmancharlo
darle uso, además, porque no tenía que usar
¡Miente! solo quería desmontar esa ilusión
que la vida no le propinó endosar.
el último día de clases, probablemente ,
aquél olvido su existencia pero al padre
le invade una emoción y desazón a la vez
En el fondo de su baúl la encontró
cuando buscaba recambio a la suya:
Pintas de plumones toda la prenda:
en su vida mayor deseos de éxito
de sus compañeros de colegio
con quienes anduvo cinco largos años,
números de orden, teléfonos, firmas
sobrenombres de harta rememoración
Lo tuvo guardado diez largos años
testimonio del joven aplicado que fue
anhelaba, cuando hecho profesional
en un domingo de calor hogareño,
tal vez, en algún cumpleaños de él
en presencia de su nuera y amigos
a modo de discurso de sobremesa
descubriera la vieja camisa pintada
agradeciera a dios su anhelo cumplido
y de refilón imbuyera a sus nietos
que también podían emular a su padre
La camisa de promoción que su hijo usó
el último día de clases, probablemente,
aquél olvido su existencia pero al padre
le invade una emoción y desazón a la vez
Esta tarde se ha propuesto desmancharlo
darle uso, además, porque no tenía que usar
¡Miente! solo quería desmontar esa ilusión
que la vida no le propinó endosar.
lunes, 17 de octubre de 2011
Mi vecino el inválido
Parecido al rockero
ido Freddy Mercury
Pelo apretao, bigote de Zorro, tez trigueña
reparte periódico, en bividí, por el barrio
Brazo musculoso tatuado en el hombro:
un paracaídas abierto; sin embargo,
sus miembros inferiores van estropeados
Cuando camina arrastra sus pies
bambolea, pareciera que se va a caer
o tratara de agarrar algo invisible
Sube a su triciclo, adaptado a él,
cuyo pedal maniobra con sus manos
tiene asiento alto, una sombrilla
y una cajonera en la parte posterior
donde apila sus diarios y revistas
Inválido como está al destino sobrepone
y yo estando completo solo observo.
Pelo apretao, bigote de Zorro, tez trigueña
reparte periódico, en bividí, por el barrio
Brazo musculoso tatuado en el hombro:
un paracaídas abierto; sin embargo,
sus miembros inferiores van estropeados
Cuando camina arrastra sus pies
bambolea, pareciera que se va a caer
o tratara de agarrar algo invisible
Sube a su triciclo, adaptado a él,
cuyo pedal maniobra con sus manos
tiene asiento alto, una sombrilla
y una cajonera en la parte posterior
donde apila sus diarios y revistas
Inválido como está al destino sobrepone
y yo estando completo solo observo.
Recuerdo de Ypacarai :Cancionero antiguo
Mi cancionero, un cuaderno en espiral
escrito a pulso virgen hace tantos años
lo tengo vivo de nuevo en mis manos
( Hombre raro el tipo que soy
antes de inflamarme aprehender
la cintura breve de mi ex vecina,
aquella que me quitó el sueño,
su antiguo block se alegra recobrar)
La grafía me sorprende, la mantengo,
pero ¡ay! si se invirtiera la apreciación,
¡Cuánto enteraríase que yo he cambiado!
No se ve bien la letra de las canciones
culpable la inundación a mi casa vieja
hace tantos años, después de mudarme (1)
había dejado mis iníciales cuadernos
encajonadas en un cuarto sellado
Me avisaron que el agua salía a la calle
la válvula del tanque había colapsado
desperdiciados mis cuadernos de apunte
se hubiese caído el techo, mejor, y no ésto
Se me ocurrió recoger este ridé cancionero (2)
En su carátula se lee inicio Octubre 1970
Una nota apenas visible en una esquina
al lado del tema Recuerdo de Ypacaraí:
Grabé con mi voz a un casset –mes y año-
Voz mía por alguna decepción seguramente
en una cinta, también, dado por perdida
pa cantante era inútil, por fin, comprendí
Ay, si pudiera este cancionero hablar
Si la ilusión de allá pudiera recobrar
en sus hojas impresas hay lágrimas
dedicatorias para fulana, mengana...
corazones flechados, en el fluit de agua
Hoy se deshace al tacto de mis dedos
la humedad del tiempo lo ha dañado
trasvasar a otro cuaderno me propongo
más que nada , hallar en sus canciones
alguna dedicatoria a un amor olvidado.
Pregunto ¡Sino, quién lo haría por mi?
(1) a Las Gardenias, norte de Lima.
Nota, este trabajo hecho mas o menos
en el 2000, antes de vender la casa vieja.
(2) ridé de rider : arrugado, en francés
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