lunes, 18 de junio de 2012

Desiderátun

¡Señores autoridades presentes en esta casa del pueblo!
¡Señor Alcalde del distrito!
¡Señores funcionarios de la Empresa Eléctrica!
¡Señores pobladores, señores y señoras!
 (El local  amplio estaba atestado de vecinos
en  el lado opuesto,  pegado a la pared y cerca a la puerta estaba Rina
sus hermanas Mirna y Salomé atentas a mi palabra)

Es para mí como secretario de cultura de nuestra directiva,  honor, dirigirme a  ustedes
en este día memorable del 22 de noviembre de 1973
en que los festones de la oscuridad
se  alejan de nuestro  cerro, de sus calles y casas para no volver nunca mas
Es el fin de la ceguera
El comienzo de la luz eléctrica que hoy inauguramos
Piedra angular del progreso, a través de ella llegaran otras ocupaciones
Nos  proveeremos de artefactos, equipos, para el entretenimiento y desarrollar
o manufacturar algún bien a la producción local, o regional
si nosotros ingresamos a un acuerdo y  afán de cooperación y desarrollo
Se va la noche  Se va  la edad media e ingresamos a la luminosidad de la modernidad
(Notaba que Rina se había encaramado sobre un banco y se le veía alta desde mi tribuna,
 Cada ve que detenía mi discurso agitaba el brazo y luego aplaudía
girando hacia la masa para animarlos a seguirla Continué:)

Pasaron  gobiernos de los llamados demócratas y  ninguno de ellos reparó  dotar
de luz eléctrica a este cerro, no les era beneficioso, no les lucraba, así pensaban;
hasta que llegó al poder el gobierno revolucionario de Juan Velasco Alvarado
y en  par de años sin afanes lucrativos tendió los cables del progreso a este cerro
que serpentea la ciudad y está a la vista de las instituciones burocráticas pero olvidados hasta ahora
(Pedí un ¡Viva! a la comunión F.FA.A. Empresa Eléctrica y Civilidad, todos lo vivaron
Rina,  mi vecina y amor platónico  mas que nadie agitó la bandera peruana apoyada en el mástil
la desplegó venteándola como si hiciera olas sobre el mar de cabezas de los compoblanos
Terminé mi discurso y todos los oradores  bajamos del proscenio  hacia la placa recordatoria
Algunas muchachas nos arrojaban pétalos de rosa, serpentinas, globos que se elevaban
Al momento de destapar el champang se prestó para ello Rina que había bajado de la banca
y el chisporroteo del licor, mayormente, cayó sobre mi y ¡oh, desgracia! me había mojado.
Cuando desperté todo había sido un desiderátum de la inconsciencia,
Tenia mojado la truza y el pantalón de dormir Me había meado al final del sueño)

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