jueves, 29 de diciembre de 2011

Uno dos tres y cuatro

Por este mes último me  llega el hábito  trasvasar
mis cuadernos manuscritos a este humilde blog
Pero antes que fueran cuadernos debidamente fechados y titulados,
cuando irrumpía cualquier cosa que me motivara escribir
encontrándome donde me encontrara,
escribía en una servilleta si estaba en un café,
en el borde de un periódico si estaba haciendo cola para algo,
atrás del boleto de bus, etc, y  lo guardaba en mi faltriquera
Luego, cuando llegaba a casa
-me estoy refiriendo cuando tenía veinte años y tantos-
vaciaba  mis bolsillos sobre la mesita de noche todo cuanto había:
monedas, algunos billetes, llaveros y los papelitos señalados
No sabia que hacer con esos apuntes
 Por  prudencia los iba metiendo en una caja de zapato vacía
y, ahí, se iba acumulando meses y meses hasta que se atiborraban,
entonces, recién los pasaba - las que del hecho recordaba-
en  hojas en blanco de un cuaderno escolar sin acabar,
Pero antes de pasar a estos cuadernos, tengo que aclarar
Tuve curiosidad de pasarlos en hojas blancas tipo A4
en mi máquina de escribir Olimpia
cuyo encaje usaba como apoyo de mi radio a transistor
Una de las cosas que me motivó escribir a máquina
fue crear un poema a mi enamorada de entonces
"que tal se vería  si lo escribo mecanografiado?" me preguntaba
Así empezó la historia, tarde,(tendería 25) pero inclaudicable.
porque la misma mañana de mi fin estaré escribiendo
Al hacer ese primer intento, a teclas, me pareció harto difícil
pero me fui acostumbrando a pesar del ánimo de dejarlo
Una de las cosa buenas que hizo mi padre, pues, fue
 cuando tenia quince años
Un día, que me veía sin hacer nada me dijo:
- Chendo ,ven, vamos a la calle. Fuimos a la Plaza Bolognesi
Por uno de sus pasajes entramos a la Academia Mi Perú
y de pronto me vi en una aula de señoritas-pocos hombres-
que se aplicaban para postular a secretariado,  eran mayores ,
yo era el único mozalbete
Así aprendí  escribir a máquina en dos meses
que me sirvió para mis trabajos de colegio y universitarios
Pero,
¡Què difícil pasar pensamientos propios en una hoja blanca!
Las ideas no llegan cuando uno se sienta en un escritorio
-al menos cuando uno empieza y no sabe dosificarse-
 A veces, me pasaba  horas sin que nada me llegara
Comprendí -me fui dando cuenta- que llegaban
en el momento y lugar menos esperado.
Entonces  usaba un papel cualquiera, como decía,
pero para tenerlo ordenado usé libretitas de apunte.
Un trazo, un par de palabras,  suficiente,
para desbrozar la idea, luego, en la maquina de escribir,
esa misma noche o  dentro de la semana
porque si se dejaba mas tiempo corría  riesgo de olvidarme
Cuando llegaba a cincuenta hojas  las hojas A4
las engrampaba y los archivaba con fecha de inicio y tèrmino
Varios años  con ciertos intervalos estuve en ese entretenimiento
hasta que me casé, y, en el primer año, no mas.
ella cansada que tecleaba la máquina en las noches ,
(esas maquinas antiguas que hacían bastante ruido)
un día que habíamos discutido por algo que no me acuerdo,
en la noche se acercó a mi mesa , me quitó una hoja
leyó el titulo sobre Recuerdos de mi Niñes y me dijo:
-¡Què tonterías escribes! Lo que pasó pasó,
¡que haces recordando hechos pasados!
 Vive lo presente Preocupate  comprar la cómoda a nuestra hija,
pintar la pared,  conseguir mas dinero Y me hizo un desplante
que me hirió hondo Pero no le dije nada
Entonces, dejé la máquina  Volví a escribir en cuadernos
Mas aun, como la luz le molestaba mientras ella dormía
aproveché  otra discusión y me fui al fondo de la casa
-en mi casa vieja- donde hice  mi cama y escritorio
En casa nadie tiene la manía de escribir, ya lo dije, creo,
Ni mis padres, antes, ni los vecinos, en ese tiempo,
gente humilde, remendones de zapatos, peluqueros,
vendedores de frutas como mi padre
No había en decenas de cuadras ,a la redonda ,
la fama de  un escritor  a quien visitarle
darle la mano y pedirle un consejo.
O sea , resumiendo, primero papelito,
segundo, a máquina de escribir
tercero en cuadernos
Y yo pensaba que ahí iba quedar esta manía  de escribir
Solo escribía para contentar  mi alma 
para apaciguar mi estado  afiebrado o encolerizado,
 así, por muchos años
hasta cuando  mi padre, usualmente, muy conversador
-no escribía, pero  oralmente era  narrador de mérito,
memoria impecable
- hechos que aun no liberto y tengo apuntados por ahí-
de repente, le dio derrame cerebral, se quedó sin habla,
al poco tiempo sin ver , sin poder levantarse de la cama,
postrado hasta hoy
Me pregunté, entonces, còmo un hombre puede acabar así
a dònde  va todo el espíritu creador. motivador, parlanchín
que usualmente era - a pesar que aun no había muerto-
Entonces, temí de mi mismo
Cuando me sucediera algo parecido a dònde irá mis hojas
Sin duda, algunos de mis hijos o mi mujer
cuando necesiten el cuarto para alquilar
se toparan con el montón de cuadernos guardados en cajas
¿Que harán? Lo venderán por kilo al reciclador
o lo quemaran como hoguera de nimiedades
Entonces , decidí escribir al mundo, mi blog
y prometo seguir , a todo dar, el siguiente año
¡Feliz año a todos!

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