GAMARRA
ERA UN BURDEL
Deodato
andaba después del medio día
Por
la venta desmontable nuestra
A
lo más, par de años más le notaba
Pero,
franco, afeminado parecía
Lozano
cutis, delicado y sonrosado
Castaño generoso profuso cabello
Gustaba vestirse claros atuendos
Calzaba
impecable zapatilla blanca
Bello rostro, serafín me parecía
Tal
como su nombre: Dado de Dios
No
era de amistarse con los vecinos.
Quería
serlo, cómo entrar no sabía
¡El
amanerado dos hermanas tenía
María
Gracia -poca gracia- la mayor
María
Celeste –linda- la menor
Aunque
ambas pasaban los veinte años
A
pesar, papas tubérculos vendían
Más,
ello su feminidad no dejaban
Rímel,
lápiz, polvo al pie del espejo
Surtido
aparador en el puesto tenían:
Flor
blanca colgante, María Celeste
Sino
era casada era por Ogra mamá
Cuidaba
a sus hijas con mucho celo
Que
más se cepillaban el cabello
Pues,
pasaba antes de la una, Deodato
Solía
ayudar a la familia en la tarde
Pero
le veía, también, empolvándose
pasaba
el lápiz a la ceja oscureciéndole
Raúl,
siempre que pasaba le fastidiaba
Siseaba
guiñaba
para molestarle
Muchas
veces se alteraba Deodato
Hasta
que un día Deodato le llamó
Extrañado
estuve, porque le introdujo
A
un puesto vano - mampara de cendal-
Sin
imaginar, Deo qué quería
Los
vecinos sin poder adivinar
No
oí qué dijeron, pero tras un instante
Golpeado,
Raúl, rodando salía
Se
levantó –era mayor- para responder
Aunque
no le duró mucho tiempo
La
furia guardada recibió Raúl
para
no recibir más golpe agazapó
¡Fíjate
con quién estás, tarado!
Dijo
Deodato frotándose ambas manos
(Se
bajó el cierre, después me enteré,
y el miembro le había mostrado a Raúl)
Llegó
Ogra y de boca se fue con la Fabia
El
viento demoró amainar esa tarde
No
sé si ese fue el motivo, ya que
Ogra
vendió puesto y se llevó a sus hijos
Ora,
vendían mercería en Gamarra
Una
de las primeras en el rubro
Gamarra(1) era meretricio esos años
Clientes
de distritos lejanos acudían
bares,
casas de juego, diario abrían
Las
familias cruzaban aprisa esas calles
Familias
decentes trataban mudarse
-a
regalo- sus casas desembarazándose
que
aprovechó Ogra adquirir, una grande
Qué,
después, mil por mil, capitalizaría
María
Celeste, María Gracia y Deo
Comprando-vendiendo
casas lucraron
Si
nos hubiese ido mal nuestro negocio
hubiésemos
seguido a Ogra mamá
Nunca
despegó el nuestro, ni cayó
Nos llenaba la panza y nos apacentó.
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(1) Hoy, el emporio Gamarra es el Centro Comercial e Industrial de ropa más grande de Sudamérica,
con casi 20,000 empresas en un solo lugar, cuyo m2, en algunos sitios, se
cotiza más que en New York.
(Habíase originado tras Ordenanza Municipal de clausurar el lenocinio de México-La floral. El alcalde creyó ese
comercio humano acabar
Cuando, lo que hizo fue a las calles trasladar -Primero
a Gamarra y después al jirón Zepita,
centro de Lima-)
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