¡LLEGÓ MI MAMÁ!
Mi
madre llegó un poco antes de las diez
en
cortejo de tres carretas abarrotadas
colmados
diferentes cajones de frutas
Apoltronado
Segundo( 1) -en una de
ellas-
Dos
ruedas, mandil, dos apoyos adelante
-Piñón
de fierro- eran esas tres carretas
Tal
que, el estiba veinte cajones jalaba
y
en cada cajón , ergo, cupiera seis papayas
Los
almacenaban en hileras en el puesto
y
las de uso inmediato en cerca al tablero
Provisto
de martillo pequeño, las abría
Sin estropear la tapa, madera blanda,
al separar palta verde de la madura
con
la misma tapa a sellar cajón volvía
La
vecina Fabia también séquito traía
Entre
ambas fiera competencia se hacían
Quién
traía mejor mercadería veían
Farfullaban,
de lejos la vista torcían
¿Estás
vaciando las naranjas? ¿Qué esperas!?
mientras
veía a la nena mama exigía( 2)
Recogía
su cabello, su mandil ponía
y,
severa, el aparejo verificaba
¡Diantre
contigo, no has puesto la lona todavía
¡Oye!
¡A la fruta, el sol, no debe darle directo!
-¡Pero
mamá aun el sol no sale! –observaba-
-¿qué
esperas, ponerla, cuando estemos vendiendo?
__
( 1) Hermano menor de cuatro años
( 2) Última hermana, apenas de dos
años. Recién imagino cómo mi madre con dos hijos pequeños, traía mi desayuno,
podía hacer las compras –llenar tres carretas de cajones de fruta diversa- en
La Parada antigua, tercera cuadra de la av. Aviación, hasta la calle Unanue,
cuadra 17.
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