LA
FERIA DE LAS FRUTAS
Melocotones
manzanas, agua de tiempo
Alcores
en la mesa a precio barato
Cogían
con platillo y al peso se vendían
Restaurantes
como refresco pedían;
Las
chicheras compraban y, luego, coreaban:
¡Agüita de
maracuyá, y de melocotón!
¡Agüita de manzana para los que estudian!
En
cambio, delicado abridor y blanquillo
su fruto blanco abriéndose mostraban
envueltas
de manjar arredro a la pepa
(
en el tablero especial su lugar ocupaban)
Uva Italia,
piel blanca, bola oronda ostentosa
la variedad, pecosita, la más gustosa
Uva negra peruana pequeña más dulce
Sendos
balayes cerca a mamá ubicaba,
Tijera
en mano para cortar en racimos
Atenta,
de acuerdo al requerir del cliente
¡Vender
fruta es no dejar que la maltrate,
Es evitar manos traviesas la manoseen!
Otro
axioma que no cansaba decir:
No van juntas las frutas del mismo color
Pepinos amarillos van con las peras
verdes
higos entre mangos tunas y mandarinas
Intercaladas
las manzanas rojas y verdes
Mejor presentación en la venta tendrán
Ambas
mesas, ora sí, de frutas, rebozaba
Naranjas
Huando, grande mediana pequeña
Dos o tres horas de venta grande se hacía
cada
mañana entre las diez y el mediodía
Parado
yo como un cayado hacia un lado
a
solicitud que mi madre mandar pudiera:
¡Anda
a traer una caja de piña del puesto!
¡Pero
ya! ¡Y ves si la nena sigue dormida!
Y
yo tenía que correr, volar, mejor dicho
Ya
que ella en ese tiempo mucho enfadaba
Entonces
ofrecer a voz baladro empezaba
Golpeando
con manojo de ruda macho:
¡Caserita,
caserita, uva borgoña!
¡Caserita,
caserita, rica uva Italia!
¡Ricos
mangos de planta(1), de Chulucanas!
¡Son
mangos dulcísimos, caserita!
¡Casera, lleve ricas manzanas chilenas!
¡Oyga,
pruebe, jugosa, naranja Guayaquil!,
-cortaba
en pedazos, al andarín invitaba,
esa
naranja más grande fina piel tenía -
No
me gustaba vocear, ni antes ni después
eso
molestaba a mamá ¡pero qué iba hacer!
Tintineaba
gaseosas con el destapador
Por
si alguien una tamaño personal querría
¡Es
temprano para las bebidas!, decía
¡Anda
al otro lado y trata llamar la clientela!
¡El
cliente es el rey! – Otra cita de su cosecha-
¡adularles
aunque pensemos de él otra cosa!
El
canguro del mandil billetes rebozaba
metía
al fondo como sea, sin alisar
La
sencillera de monedas amarillaba
luego
pasado la una iba al puesto a cocinar
Requerida,
ya que la fruta era del día
Infrecuente
sobrara, casi todo acababa
Solo
almacenaba cuando oferta había
verde
palta verde papaya verde mi vida
cómo
apilarlo en el estante ya sabía
Con
la uña hacía picas por los flancos
un hilo lechosos a oblonga le corría
-Así
maduraría mejor, mamá aprobaba-
Pero
a las paltas verdes no las hería
A
la ruma con papel kraft abrigaba
y
toldo grueso sobre las cajas exprofeso
El
carburo de calcio probamos unas veces
con
los plátanos verdes pero se les obvió
porque
demasiado mal maduraba
y
a nuestros clientes no les gustaba.
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(1) O sea, mangos maduros sin polvo químico que
apure su madurez.
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