jueves, 21 de marzo de 2019

ADOSLECENCIA OBTURADA : COSA DE LOCOS II


COSA DE LOCOS II


Entre las once y antes de mediodía
acaecía exhibición grotesca:
Por el lado de la pescadería
Un desfile de locos arribaba
en fila india -en cuidado nos ponía-;
A muy larga correa amarrados
Al son del rector contorneaban
Cadeneta humana nos parecía

Sonajas atados a los tobillos
Descocados macilentos venían
serpenteada marcha  dirigida
por el conductor de la carretada
Un tipo parecido a Pérez Prado
Barba soul pacht debajo del labio
encasquetado gorra con visera
Y con una pandereta en la mano

Ayuda en monedas grandes pedía
A algunos mayoristas solidarios
Asistencia en monedas pequeñitas
al compasivo cliente que pasaba;             
En víveres, a las abarroteros          
A los enfermitos de la razón, 
cualquier tipo de colaboración,
De nuevo, Cara de foca pedía

Arrastraban sus pasos aprensivos
Otros, como Barrabas agresivo;
Cesto de tiras de caña  llevaban 
donde la vendedora oportunista
daba una yuca que no cocinaba
Una papa  mordida por  gusano
Demasiado maduro los tomates
O, lechuga con hojas carcomidas

En la sección carne, le proveían
Simientes, carne molida o filtraba 
Cabezas de pollo, tripas, o vísceras
Que ya tenía dispuesta la venta;   
A nuestro lado, cuando desfilaban
Una papaya herida mamá  daba
o manzanas menudas, de tercera
-pa locos, como se solía hablar-

Párvulos malcriados de comerciantes
Callaban, se escondían al exhorto
de sus madres que lo iban a ceder
al loquero si seguían viciados.
Los más grandes, entre ellos yo, provisto
de palo o cualquier ariete alargado
hacíamos gestos que no tomaran,
los locos, por su cuenta la más cara

Todos mal vestidos, y malolientes 
En número de once a trece silvestres
En verdad, panorama deprimente.
Un día, para saber dónde se iban
Los seguí: cruzaron jirón Unanue
al puesto del Mercado Minorista (1) 
Enclavados a un cubículo grande
Sin enseres, solo jergas roídas

Tendían de  dos, o lo que cabía
Les cerraban el portón enlistado
Con varillas en forma de ventana 
por donde se filtraba escaso soplo.
La Casa de Reposo de los idos
De los turbios, almendrados, era,
Mientras el rector en puesto vecino,
Con par de ayudas -¿los menos locos?-
con la ofrenda preparaban la cena.
__
(1)Mercado adyacente al nuestro
jrosual

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