miércoles, 6 de enero de 2016

Murciélago marino


Las aguas brillaban. Una fuerza sobrenatural sacudía el bote como si se tratara de un barquito de papel. Iba de un lado  al otro, giraba sobre su propio eje… el furioso movimiento despertó a Nayo, Pollo y Pollito, quienes se disponían a tirar las redes durante la madrugada. La pesca no marchaba nada bien, salvo por unos cuantos peces sierra.
Solo Nayo había pasado por esa experiencia cuando tenía 18 años, Los demás flaqueaban en la oscuridad. Intentaron levantar el cuerpo extraño, que se había enredado con el cabo del ancla, pero el mínimo esfuerzo los detuvo. Pesaba una enormidad. ..Fue ahí cuando aceleraron y emergió de la proa la figura  de un murciélago marino.
-Oe hueón, esta huevada es grandodotota. ¡Métele cuchillo, hueón, que nos vamos a hundir!,- reaccionó  Pollo-
-¡Es de la buena... Hay que llevarla!, dijo Nayo
-Es de la mala, retrucó Pollo
Era una mantarraya y, efectivamente, era de la mala. O sea, de carne negra, hebruda y barata (50 centavos de sol el kilo). A diferencia de la buena. Es decir la móbula, un tipo de raya pequeña de pulpa blanca  y valiosa (5 soles el kilo)
Después de capturado decidieron continuar  y emprender el lento retorno hacia la orilla. Después de siete horas y media y 16 galones de petróleo (160 soles t/c 3.20 sol por dólar) arribaron a la caleta. La multitud de curiosos se arremolinó. No podían creer que una pequeña embarcación de 8X4 había podido arrastrar a semejante animal.
Nosotros dijimos ya ganamos acá ¿Ganamos? Casi me da un derrame. La jerma –una comerciante-me quería dar cien soles por la raya, dice Pollo…
Un cincuentón canoso que jamás habían visto en el pueblo se les acercó. Les ofreció cargar el mantarraya con una grúa, pero con condición de tomarle fotos...En los días siguientes esas imágenes, subidas a su facebook  invadirían los portales y periódico del mundo...
Luego acudieron Pollo, Nayo y Pollito a un discurso ambientalista en una comunidad tumbesina donde se enteraron que entre Ecuador y el norte de Perú se encontrarían la mayor población de mantarrayas  del planeta. Incluso, se cree que Tumbes sería un zona de apareamiento.
 En Ecuador,  están protegidas desde el 2010 (en el Perú no); las  salidas turísticas de avistamiento de manta les genera dos millones de dólares anuales -a nivel mundial son 140 millones de dólares-
 Solo una de ellas, a lo largo de su vida, por el ecoturismo, produciría cien mil dólares, o sea valen más vivas que muertas.



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