Juan
lose Chuquisengo se acercó a la música de manera natural. Cuando tenía 7 años
su padre llegó a casa con un piano viejo
y para él fue el descubrimiento de un
juguete nuevo. Lo hizo suyo. Después tuvo algunos profesores y más tarde
ingresó al Conservatorio. Para cuando llegó a la adolescencia ya era un pianista
de notorias cualidades y no faltaron oportunidades para emigrar. Le ofrecieron becas para Alemania y unión soviética. Escogió
la primera.
Era
mediado de los años 80 y a los17 años se fue casi huyendo de un país que se
estaba cayendo a pique.
Debí
seguir creciendo musicalmente y aquí ya no podía incluso el edificio fue declarado
inhabitable, dice. Como anécdota de esa
etapa recuerda que una vez un piano cayó desde un piso superior cuando el suelo
cedió debido al peso.
Conoció
a Sergiu Celibidache, uno de los grandes directores de orquesta del siglo XX. Cuando terminó la maestría muchas agencias internacionales
se le acercaron sabiendo de su talento excepcional.
A
finales de los 90 recibió la distinción
del Kennedy Center por la calidad de su trabajo y se trasladó a vivir a Nueva York. A partir de entonces ha dado conciertos en medio mundo.
Y
es uno de los pocos y selectos pianistas que ha grabado en el exclusivo sello
Sony Classical. Su disco Trascendent Journey es considerado uno de los 100 mejores
CD de música clásica de la historia.
Hoy
Juan José Chuquisengo, que radica en Alemania, vuelve al Perú cada año y
participa de proyectos a favor de los jóvenes peruanos. Me jalan mis raíces, mi
tierra, mi ancestro. Las actividades a beneficio,
recaudar fondo, son las oportunidades de contribuir, a manera, con el país,
dice.
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