viernes, 22 de enero de 2016

Filósofo del piano



Juan lose Chuquisengo se acercó a la música de manera natural. Cuando tenía 7 años su padre llegó a  casa con un piano viejo y para él fue el descubrimiento  de un juguete nuevo. Lo hizo suyo. Después tuvo algunos profesores y más tarde ingresó al Conservatorio. Para cuando llegó a la adolescencia ya era un pianista de notorias cualidades y no faltaron oportunidades para emigrar. Le ofrecieron  becas para Alemania y unión soviética. Escogió la primera.
Era mediado de los años 80 y a los17 años se fue casi huyendo de un país que se estaba cayendo a pique.

Debí seguir creciendo musicalmente y aquí ya no podía incluso el edificio fue declarado inhabitable, dice.  Como anécdota de esa etapa recuerda que una vez un piano cayó desde un piso superior cuando el suelo cedió debido al peso.

Conoció a Sergiu Celibidache, uno de los grandes directores de orquesta del siglo XX.  Cuando terminó la maestría muchas agencias internacionales se le acercaron sabiendo de su talento excepcional.
A finales de los 90 recibió  la distinción del Kennedy Center por la calidad de su trabajo y se trasladó a vivir a Nueva York.  A partir de entonces  ha dado conciertos en medio mundo.
Y es uno de los pocos y selectos pianistas que ha grabado en el exclusivo sello Sony Classical. Su disco Trascendent Journey es considerado uno de los 100 mejores CD de música clásica de la historia.

Hoy Juan José Chuquisengo, que radica en Alemania, vuelve al Perú cada año y participa de proyectos a favor de los jóvenes peruanos. Me jalan mis raíces, mi tierra, mi ancestro. Las actividades  a beneficio, recaudar fondo, son las oportunidades de contribuir, a manera, con el país, dice.

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