viernes, 19 de junio de 2015

La espía que amó a Fidel





Me sentía incapaz de llevar  a cabo la misión que Frank Fiorini(1) me había encomendado. No iba a matar a Fidel castro, no fallé, como otros cientos que lo intentaron después.  Sencillamente, fui incapaz y no me arrepiento, explica Marita Lorenz, contratado por la CIA para asesinar a Fidel castro…
Cuando en la habitación  del hotel Habana Libre, que solía compartí con Castro, abrió el bote de crema (veneno) comprobó que las pastillas se habían desintegrado y solo quedaba una masa pastosa del arma que debía de acabar con la vida del líder de movimiento 26 de julio, lo tiré por el bidé…
Conoció a Castro en la Habana en febrero de 1959 cuando ella tenía 19 años y el 33
Me convertí en su amante y quedé embarazada. En Cuba fui drogada y forzada a lo que calificaron como un aborto. Décadas más tarde supe que mi hijo había sobrevivido y se llamaba Andrés, dice.


Contratapa del libro Yo fui  la espía que amó al Comandante que será publicado por el grupo Planeta
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(1) en realidad Frank Sturgis, condenado luego por el Watergate

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