miércoles, 17 de junio de 2015

Eichmann en Jerusalen




 El punto central de Hannah Arendt en “Eichmann en Jerusalen”: Los seres humano tecnocráticos están espiritualmente muertos. Son capaces de cualquier cosa, no importa lo atroz que puede ser, porque no reflejan ni cuestionan el objetivo último.
”Cuanto más se le escuchaba “   escribe Hannah Arendt  sobre el nazi Adolf Eichmann en el juicio, “más obvio resultaba que su incapacidad para hablar estaba enteramente  relacionado con su capacidad para pensar, es decir, para pensar desde le punto de vista de otra persona. La comunicación era imposible con él, no  porque mintiera, sino porque estaba rodeado de la más fehaciente de las salvaguardias  contra las palabra y la presencia de los otros, por tanto contra la realidad como tal”

Chris Hedges

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