viernes, 5 de junio de 2015

Hiris Ali




Hirsi Ali nació en Somalia, en una familia conservadora, padeció la mutilación genital en la pubertad, y fue educada en Arabia Saudí y en Kenia dentro de la más severa observancia musulmana: llevo el Hiyab, celebró  la fatua que condenaba a muerte a Samán Rushdie, pero, cuando sus padres quisieron casarla con un lejano pariente en contra de su voluntad, se atrevió a huir y pidió asilo en Holanda. Allí aprendió el holandés, llego  a ser diputada  por el partido liberal, y desde entonces comenzó una campaña, en la que no ha cesado hasta ahora, contra todo lo que hay de violencia, intolerancia y discriminatorio hacia la mujer  en el Islam:
-Seguir lapidando a las adulteras…
-Considerar  el testimonio de una mujer vale solo la mitad que el de un hombre…
-Crimines de honor: a la mujer violada que deshonró a la familia  merece ser asesinada por su padre o hermanos…

Luego, cuando en Ámsterdam el cineasta Theo van Goghk fue asesinado en 2004, el asesino, Mohammed Bouyert, clavó en el pecho de su victima una carta a Hirsi Ali , advirtiéndola que ella será la próxima  asesinada por traicionar al Islam. en vez de solidaridad, ella se vio amenazada por la ministra de Inmigración de Holanda, una señora de mandíbula cuadrada llamada Rita Verdonk, de perder la nacionalidad holandesa y sus vecinos le pidieron que abandonara el piso donde vivía , pues los ponía en peligro de padecer un atentado.
Ahora mismo , en Estados Unidos ,donde vive, es objeto de criticas muy duras de supuestos  liberales que la acusan de islamófoba  y,  en el seminario que dicta en la universidad de Harvard, no es raro que se inscriban alumnos y alumnas que lo hacen solo para pode insultarla.

Mario Vargas Llosa/ La República/19abr2015

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