Tokio, 1 nov (EFE).- El hombre detenido
tras el hallazgo de nueve cadáveres desmembrados en su apartamento al sur de
Tokio ha admitido los asesinatos, que comenzó a perpetrar a finales de agosto
cuando se mudó al piso, informaron hoy los medios nipones.
Takahiro Shiraishi, de 27 años, reconoció
ante la policía haber matado desde el pasado 22 de agosto a nueve personas,
aparentemente ocho mujeres y un hombre, con quienes contactó a través de
Twitter y a los que atrajo a su vivienda de Zama, en la prefectura de Kanagawa,
con ofertas para ayudarles a morir.
El detenido admitió que entre sus víctimas
se encontraban varias adolescentes y la pareja de una de las mujeres a la que
había matado con anterioridad, quien se puso en contacto con él tras la
desaparición de su novia, detalló hoy Kyodo.
El robo de dinero fue una de las razones
que motivaron los asesinatos -en una ocasión se hizo con 500.000 yenes (3.775
euros/4.400 dólares)- y también engañar a algunas de las mujeres con el
propósito de abusar sexualmente de ellas, según Kyodo.
Las autoridades encontraron los restos
humanos en la vivienda de Shiraishi mientras investigaban la desaparición de
una joven de 23 años de Tokio, cuyo cadáver estaría entre los restos hallados.
La mujer publicó a finales de septiembre un
mensaje en la popular red social en el que buscaba a alguien con quien quitarse
la vida, al que el sospechoso contestó con un "Muramos juntos", según
datos de la investigación recogidos por la agencia local.
Imágenes captadas por las cámaras de seguridad
en la estación de cercanías tokiota de Hachioji muestran cómo ambos tomaron un
tren con dirección al domicilio del sospechoso la semana pasada.
La policía, que irrumpió en el piso este
lunes, halló allí las cabezas, miembros y otros restos humanos desmembrados,
además de unos 240 huesos, dentro de cajas y neveras portátiles.
"No podía tirar (los cuerpos) por
temor a ser atrapado", dijo el hombre a la policía en declaraciones
recogidas por Kyodo.
Según explicó a la policía, al principio le
llevaba tres días descuartizar un cadáver, pero a partir de la segunda persona
"no tardaba más de un día".
El japonés desmembró los cuerpos en la
bañera de su apartamento y tiró a la basura algunos restos, y las autoridades
creen que empleó una sierra hallada en el escenario para realizar las
mutilaciones.
Según fuentes cercanas a la investigación,
la detención se produjo gracias al hermano de una de las víctimas, quien recabó
información a través de Twitter usando la cuenta y contraseña de su hermana.
De este modo, dio con el nombre de una
mujer que afirmó que conocía al hombre con el que hablaba su hermana y accedió
a citarse con él en un lugar público bajo la vigilancia de la policía.
El hombre habría matado a una de las
víctimas en agosto, a cuatro en septiembre y otras cuatro en octubre, todas
ellas con edades comprendidas entre finales de la adolescencia y fin de la
veintena.
Shiraishi permanece detenido como
sospechoso de haber intentado deshacerse de los cadáveres, un cargo que
presentan habitualmente las autoridades niponas mientras reúnen pruebas
suficientes para iniciar una acusación por homicidio.
Anteriormente, el sospechoso ya había sido
detenido por introducir a mujeres en un local donde eran forzadas a
prostituirse en el distrito de Kabukicho en Tokio, detalló Asahi. EFE
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