Durante la guerra fría- invasión soviética a Afganistán- Washington alentó el terrorismo
fundamentalista islámico sunita contra los soviéticos y contra la revolución
chiita iraní de 1979. Al Qaeda fue inicialmente financiada y armada por la CIA
y sus socios pakistaníes y sauditas. La familia
Bin Laden es una de las más pudientes de la península arábiga.
Lo que unía a todos estos grupos
que patrocinaban la guerra santa (yihad) era su oposición al socialismo ateo ,
a las reformas agrarias y sociales que habían impuesto los soviéticos en Afganistán,
las cuales aminoraban el poder de las grandes familias y permitían que las
mujeres tuvieran más derechos. Los yihadistas repudiaban la democracia y querían
una sociedad teocrática basada en la ley coránica (Sharia) –el rol
preponderante del varón y de los jeques- en la cual la poligamia, la compra y
ablación de mujeres se permita mientras se sancione la homosexualidad y el sexo
extramarital.
Su principal fuente de inspiración era Arabia Saudita, la patria de Osama, que sigue siendo el baluarte de las democracias occidentales en el medio oriente donde no hay elecciones, partidos,
sindicato o iglesias, donde se obliga a todos a rezar cinco veces al día en
dirección a La Meca, donde los cristianos o foráneos carecen de derechos, donde
el poder reside en los jefes de los clanes y donde las mujeres deben andar
cubierta con velo y no pueden conducir coche o ir solas a la calle…
Hildebrandt en sus trece
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