sábado, 17 de enero de 2015

John Maxwell Coetzee



 Durante los años del apartheid, el escritor John Maxwell  Coetzee se libró de la censura sudafricana con un argumento demoledor: era demasiado inteligente:

-No hace falta prohibirlo porque solo será leído por gente de profesión literaria. Su obra carece de atractivo popular. Es solo para lectores sofisticados y entendidos en obras de arte. Su problema es universal y no se limita a Sudáfrica, fue el informe del gobierno sudafricano…

Tuvo problema con Estados Unidos por oponerse a la guerra con Vietnam
Se nacionalizó australiano siendo impopular en Sudáfrica…

La inteligencia que burló la censura vino de sus libros. Coetzee solo contempla el mundo a través de ellos…

Los grandes narradores son soldados discretos, que denuncia las sombras de sus sociedades con la única arma de su inteligencia. A menudo eso les enfrente al poder, pero en cierto casos el poder no es muy inteligente. Los gobiernos ni se enteran que estos escritores existen, a veces si los leen no les entienden. Y por eso les permiten convertirse en los clásicos de  nuestro tiempo.

Santiago Roncagliolo/ Libro en cuestión:  Esperanza a los bárbaros de J. M. Coetzee

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