miércoles, 28 de enero de 2015

Haciendo cola por un ticket


Haciendo cola por un ticket

Cinco de la mañana, por tercera vez salgo temprano para conseguir una cita ( Terapia Física para mi madre que sufre de un dolor insoportable en la pierna, ella está asegurada a ESSALUD)
5 y 30, estoy en el Hospital Grau II y ya hay como veinticinco personas  en la sala de espera, casi todos, para solicitar una cita de Terapia física.

El hall amplio del primer piso, edificio de siete,  doce ventanillas pero ninguno atiende, lo harán a partir de las siete y  para otorgar citas diferidas (¡sabe dios para cuando!)
Las de terapia y ginecología son las más requeridas y son las más distante para programar.

No están prendidas todas las luces solo algunas, las pisadas resuenan casi de las personas que van llegando, aunado al friecito de aire de agosto que entra por la puerta grande hace sombrío este ambiente
Hay tres  cuerpos de asientos de material de plástico duro  bien separados a razón de cuatro filas de cinco  asientos cada módulo lo que resulta que se ha llenado rápido.  El  modulo   destinado a terapia física (uno) sobre todo  y los que llegan después  por no estar parados, entres varias personas, juntan el otros módulos movible dando la apariencia de uno solo grande y compacto. Pero siguen llegando más y pobre de ellos ¡paraditos tienen que estar!

Un poco antes de la siete, llega un empleado del servicio de limpieza  y al ver los módulos  pegados se molesta y dice ¿Por qué hacen eso? , cada módulo debe estar separado y conmina a todos levantarse excepto los del modulo original donde estoy,  y formar una cola parados después del módulo de terapia… . Se arma un desbarajuste, al levantarse  al formar la cola; por ganar la preferencia en la cola, unos, dejan atrás a las personas discapacitadas o a  las que renguean no importándoles solo ser los primeros
-¿Porque no se levantan en orden?, protesta el empleado

-¡Tú eres el que ha originado todo esto!, responde una voz
-¡Es que no deben mover los módulos!

-¡Es que debes darte cuenta, imbécil, dice otra voz  molesta, que un solo  módulo no alcanza para tanta gente de Terapia física donde, además, hay persona con discapacidad que llegan tarde y no pueden estar parados!¡Cabeza de aserrín! ¿No piensas?
-Eso no es mi problema -responde el empleado- si quieren más butacas  reclamen en la gerencia del  séptimo piso.

-¡Pero , guachimán de miercoles, mira lo que ha hecho, un desorden!, grita otro qye explota.
El empleado ya no  escucha solo sisea pero refunfuña : ¡Por eso que estamos así! (Quiere decir el país está jodido como es, como son sus personas)

-¡Anda tú, mamani (1)responde otro, ponte a barrer no mas y no te metas en lo que no te concierne!
La gente esta caldeada debe ser porque, como yo, han venido con anterioridad un par de veces y no han conseguido una cita. Solo dan a las primeras treinta personas.

Sin embargo, nadie se ha dado cuenta que una señora  que ha madrugado y se había sentado en un módulo equivocado  se había quedado dormida, seguramente  por haber madrugado y no haber completado el sueño, y se había despertado cuando el empleado se servicio le dijo que se levantara porque iba a regresar a su sitio el asiento
Nadie le ha pasado la voz, a nadie le importa, lo único que les importa es ser los primeros en la cola

La señora me dia dormida ha replanado  hasta atrás y ve que la cola llega hasta la puerta del hospital y presume que otra vez no va alcanzar el cupo entonces trata de colarse adelante donde es rechazada. La cola esta atrás ,le dicen
-¡Pero yo he venido temprano! ,responde, sino que me he quedado dormida

-¿Atrás de quien has estado? le preguntan y la doña, confundida, porque se han levantado a la loca para formar la cola, no atina o no se acuerda y la gente le dan por viva y le exigen que se vaya a la cola o a freír monos , la señora se desespera
Ahora llega otro empleado que es orientador encargado además de cuidar el orden para las ventanillas y la señora acude a él y le explica y al explicar y ver la indiferencia y negativa  de la gente   se pone a llorar como una magdalena. El vigilante condolido la lleva adelante para darle un espacio pero la exaltada gente que hace la cola protesta. Dicen, Nosotros estamos desde las cinco…

Otro desafora: ¡Huachiman! ¿Por qué te dejas conmover por lágrimas de cocodrilo? , es una viva, acostumbrada. Y la mujer al oir esto llora más

-¿Atrás de quien estabas?, le vuelve a preguntar el vigilante
- Es que no me recuerdo, con el cambio repentino me he confundido

Alguien recapacita, y dice:
-Si , yo la he visto temprano

-¡Cállese señor!, le responde furiosa la gente
Y  el empleado no sabe qué hacer y la señora repite una y otra vez llorando

¡No me pueden hacer esto,  yo vine temprano, yo vine temprano!
Yo, en particular, no tengo problema, estoy adelante, quisiera darle mi sitio pero la cita lo necesita cuanto antes mi madre, si seria mi cita se la doy .

Y la señora, ahora , se consuela un poco cuando le dice el empleado a baja voz  que cuando  las señoritas empiecen atender en las ventanillas le va conseguir como sea un ticket

Y la señora en un lado se queda hipando como una niña.

(1) despectivo

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