viernes, 17 de enero de 2014

Marcahuasi:Sueño paralelo

Me desperté. Tenía hambre.  De la mochila de un amigo tomé, y me comí,  la mitad de una barra de chocolate. Todos mis compañeros de la excursión aun dormían. Salí de la carpa. Hacia mucho calor mas o menos 29 a 30 grados. Ahora tenía sed. Caminé ladera abajo dejando atrás las tres tiendas.  Estábamos de excursión en Marcahuasi. Ahí  hay una piedra grande, sola, en la explanada  llamada   Monumento  a la Humanidad.  Di vuelta a su contorno.
Entonces, al doblar la piedra vi ruinas arqueológicas, a su lado un valle  por donde enrumbé. Me sentía ágil y liviano,  sin calor, el cielo era celeste. Hacia la pendiente había un río, bajé, lo crucé  porque tenía poca avenida de cristalina agua. Tras el terraplén  verde para mi sorpresa vi un manto negro  ¡negrísimo! inmenso  Así me pareció porque metí un pie en el y rápido lo saqué. Tiré una piedra a la sotana negra   y no boteaba.
Regresé, crucé el río y en   la ruina  vi unas lucecitas. Llegué y me topé en el pórtico con unos hombres blancos, eran altos con túnicas y barbados  y cabellos blancos.  Les dije: Tengo sed.
Me dijeron, Mire atrás. Y, luego, al  devolver  la mirada me dieron agua. Lo tomé, un sorbo y me sació la sed.
Les dije que estaba perdido, me preguntaron si había cruzado el  Límite.  ¿Cuál límite? Pregunté. El río. Si, confesé  Entonces  me amenazaron, dijeron que  había visto lo que no debía ver y que  por eso no me podían ayudarme.
Entonces vi la piedra grande,  corrí hacia ella, la desanduve  hasta que  al voltear vi a mis amigos quienes me buscaban. Espantado y entrecortado la voz les conté y no me creyeron. Rodearon la piedra, todos, juntos, y no había nada  de los que les conté. Entonces Raúl un compañero que me animó a venir a esta excursión dijo que todo no era más que un sueño y que yo dormía como el gallo parao.  

-No era sueño insistí Yo me robé la mitad de tu chocolate, y así fue. 

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