sábado, 11 de enero de 2014

Lili era su esposa pero no era a ella

Maia Kovski se suicidó por penas de amor, por una mujer que era su cuñada y después que se hubo casado con un diplomático.
Pero en la carta que ha dejado no dice una sola palabra sobre el nombre de esta mujer sino más bien se dirige a su esposa, cuando decía: Lili, Ámame  en realidad  imaginaba a su cuñada,

 
Antes de suicidarse escribió: 

¡A todos! 
No se culpe a nadie de mi muerte y, por favor, 
nada de chismes. Lili ámame. 
Camarada gobierno, mi familia es: Lili Brik, mi madre, mis hermanas y Verónica Vitaldovna Polonskaya. 
Si se ocupan de asegurarles una existencia decente, gracias. 
Por favor den los poemas inconclusos a los Brik, 
ellos los entenderán. 
Como quien dice 
la historia ha terminado. 
El barco del amor 
se ha estrellado 
contra la vida cotidiana 
Y estamos a mano 
tú y yo 
Entonces ¿para qué 
reprocharnos mutuamente 
por dolores y daños y golpes recibidos? 

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