La madre abre la puerta a su hijo que entra algo borracho y gacha la cabeza.
No le dice nada. Lo deja pasar a su cuarto que está en el segundo piso,
y entra él sin prender la luz.
Al dia siguiente, cuando la madre va ha llamarlo para el desayuno, no está.
La cama está intacta sin haber sido usada.
Cuando su hijo llega un poco más tarde, ante la pregunta de la madre
él dice que no había venido anoche por un motivo de fuerza mayor.
Cuando la madre le comenta que le vio entrar, ambos, se quedan estupefactos.
El joven murió siete días después.
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