La joven madre camina oronda con sus dos hijas
Se detiene al lado del paradero de buses
a comprar naranjas en una carreta
Busca las de piel lisa y delgada
"Tienen más jugo y son más dulces"
advierte a sus hijas ...pero ellas no están
La joven madre mira hacia los lados
Con afán pregunta ¿dónde están mis hijas?
El susto le invade, está a punto de quebrarse
No las ve, hay mucha gente en el paradero
Sus dos púberes hijas, cómodamente sentadas,
están instaladas, ya, en el autobús
Festejan la tarambana de su ofuscada madre
Luego,una de ellas, trisca la luna de la ventana
y la madre, al verlas, exhala de alivio
"¡Oh, ahí están!" disimula su mal transe
y para aplacar su emoción sube, presto,
y abraza a sus hijas y se ponen a reír.
No hay comentarios:
Publicar un comentario