martes, 10 de julio de 2018

SOLINA XXVIII


                        
                       EPILOGO

P2
                        XXVIII

Sobre los guijarros había dormido              
Había soñado liar juntos a Solina
Sobre la autopista de Cayo hueso

Había un islote frente a la caleta
Pensó en Solina tenerle al lado
Ocupando el espacio que merecía

Y le preguntó aun medio dormido
¿por qué  la caleta  a la isla no se une
como vimos en las islas Cayo hueso?

¿Será posible no me recuerde
-Se despabiló del todo, ahora-
A tal que no quiera llamarme?

Ahora clarito lo recordaba
cuando  acaeció cierta vez
cuando se le cayó la cartera

Al recoger se le cayeron las fotos
Y estaba Monigote tieso allí, ¡ajá,
dijo, no tienes la mía, sí de otros!

Y muy segura Solina respondió
¿Cómo es posible pienses ello?
 Es casi un niño a lo más un doncel

Pero doncel vio a Soli de cobijo
La cama nupcial do se apoyaba
Las cuatro esquinas en lingote

Y a Soli su juventud a peritaba  
Un joven libre de patas de gallo
Su propio narcisismo floreaba

Nosotros deberíamos  pelear, dijo,
Para recuperar a la mujer amada
Tal vez esperaba verme con yelmo

Caballero a caballo, con lanza
 Armadura corporal  de justas
Protección nasal escudo hombrera

Pero lo hizo cuando cruzó los andes
Y cayó en los absurdos al punto
su propio peso no afirmaba sus pies

Saber qué les pasó, estaba  ansioso
Solina que le doblaba los años
a Monigote que recién era gallito

Sin saber, esa noche habría noticias
Por un aciago problema de tránsito
Al encuentro rasgó la noche por verla. 
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SOLINA / jrosual

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