EPILOGO
P2
XXVIII
Sobre los guijarros había dormido
Había soñado liar juntos a Solina
Sobre la autopista de Cayo hueso
Había un islote frente a la caleta
Pensó en Solina tenerle al lado
Ocupando el espacio que merecía
Y le preguntó aun medio dormido
¿por qué la caleta a la isla no se une
como vimos en las islas Cayo hueso?
¿Será posible no me recuerde
-Se despabiló del todo, ahora-
A tal que no quiera llamarme?
Ahora clarito lo recordaba
cuando acaeció cierta vez
cuando se le cayó la cartera
Al recoger se le cayeron las fotos
Y estaba Monigote tieso allí, ¡ajá,
dijo, no tienes la mía, sí de otros!
Y muy segura Solina respondió
¿Cómo es posible pienses ello?
Es casi un niño a lo más un
doncel
Pero doncel vio a Soli de cobijo
La cama nupcial do se apoyaba
Las cuatro esquinas en lingote
Y a Soli su juventud a peritaba
Un joven libre de patas de gallo
Su propio narcisismo floreaba
Nosotros deberíamos pelear,
dijo,
Para recuperar a la mujer amada
Tal vez esperaba verme con yelmo
Caballero a caballo, con lanza
Armadura corporal de justas
Protección nasal escudo hombrera
Pero lo hizo cuando cruzó los andes
Y cayó en los absurdos al punto
su propio peso no afirmaba sus pies
Saber qué les pasó, estaba
ansioso
Solina que le doblaba los años
a Monigote que recién era gallito
Sin saber, esa noche habría noticias
Por un aciago problema de tránsito
Al encuentro rasgó la noche por verla.
SOLINA / jrosual
No hay comentarios:
Publicar un comentario