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XXIII
Risser, ¡Con qué clase de mujer petulante
te metes!
¡Cómo dejas que una de mentalidad ensorbecida
te influya y te dejes sobornar!
¡Si hubiera sido tú, no me inclinaría a
ese gusto,
Tan envanecida , es esa mujer!
¡Por una egocéntrica que tienes de amante no agacharía la cabeza!
No viviría apesadumbrado
abandonándome al destierro
en mi propia casa –el cuarto donde te
llagas-
Ahora sé que tú no me conoces
Y nunca te preocupaste conocerme
Doy cuenta que mujeres baratas como esa te
enfebrecen
Escultura de máscara, de ego mayúsculo
Sumergidas en la bañera banalidad
Lleva en sus diez dedos diez sortijas de
oro
Bah, qué ridícula
Pero de trato humano ni hablar
Me hizo esperar una hora
Pero lo acepté para observarla
Hubiese sido bizarra –yo- reconocer
que como persona era mejor que yo
Que yo era indigna a su lado
Reconocer te subyugó su arte
o su calidad de persona, y qué
era yo la piedra en el camino
y simplemente me apartaría
Pero no,
sin conocerme me difamó
Aun así, si hubiese sido cierto
La prudencia de una mujer
requería callar la verdad
porque era harto dañable
¿Es que no pensó en tus hijos?
Pero no, la muy zorra me calumnió
En mi ausencia lo que es peor
¿No te das cuenta? Yo sí, en el acto
Son esas que gesticulan mucho
Que mueven las comisuras de su boca
En demasía, esas son falsas
Solo sabe hacer dinero, estrujar a los que
tienen
y
cuando le esquilman le maltratan como a ti
y después con una sarta de acomodos
te desacomodan ¡imbécil!
No soportan a un mendigo
o para botarles les da una propina, y
listo
El dinero no es salud paz y luz
El dinero no es la vida
Aunque a veces lo parezca *
¡Sabrá dios con qué recursos se hizo rica!
Entregando su cuerpo seguramente
Si la vi
cómo endulzaba a sus proveedores
A sus clientes fuertes aniñaba, y a los que no desdeña
¿A ese tipo de mujeres haces caso?
¿A esa crees? ¡Qué mal gusto tienes!
Risser, me das mucha pena Te creía con
criterio más amplio,
Orgullosa haberme casado con una persona
superior a mí
¡Pero, qué error! ¡No sabes cuánto te
odio!
¡Esa bruja que te cuenta que me vio con
otro!
¡Veo el veneno que hay en sus palabras!
Mujercita que quiere todo lo bueno para
ella
Pero cuando ve a otros distantes en
economía
Que tienen un poco de tranquilidad, los
odia
y crea la infamia por hacerles mala leche
Yo fui a ella, la busqué, la enfrenté
Para que me dijera en mi cara
Y la muy pusilánime, cobarde
Dijo que tú le interpretaste mal
Y en vez de darnos las paces
Le dije lo que es, creída con su dinero
Arrogante, estúpida, altanera
Cree a todos subyugar con su carita
porcelana
Cobarde
Pidió a su seguridad que me echaran
¿Eso no te contó?
Esa vez que nos encontramos yo ya tenía
sospechas
-fácil darse cuenta, el caminar sombrío
que muestras-
Quería guerrear por tu amor quise
enfrentármela
Pero si tú la crees ¡Olvídate! ¡Ya no!
¡Nunca más, has lo que quieras!
¡Espero no te arrepientas el paso que
estás dando!
Y si sí, jódete
Gustaría tuvieras los cojones buscar la
verdad
y no dejarte afectar por esa pérfida cuenta-infamias
¡Pero… no sabes cuánto siento no
haberte engañado!
¡Cuántas veces tuve
oportunidad por otro hombre!
Si no lo hice fue por mis hijos
[esa parte dejó subrayado dos veces]
No cedí a ruegos ajenos, no por ti, tú no
vales
Antes te admiraba, depositario a mis
jóvenes años
Pero al tiempo di cuenta tu debilidad por
las faldas
Hasta este último ultraje
Crees a una perendeca antes que a tu
esposa
Siempre fue así Tu familia nunca me confió
Creíste a tu madre, tu hermana, ahora a
esa ladina
Pero no tienes por qué amargarte la vida
Vive, gózala, sé feliz ¡lárgate!
En el mundo todavía queda gente leal, pero
no como esa arpía
Seguro hay chicas bonitas y buenas
que deberías escoger
Cabello rubio, ojos verdes cómo querían
tus padres
Y no yo de ascendencia inca como me
llamabas
Desde el primer día que pisé tu casa noté
no era santa de devoción de nadie
Fui un despecho, un recurso a ciertas
convenciones
-Tener un nieto para la familia, por
ejemplo-
Tú nunca has estado conmigo, has estado
con ella
A pesar que te matraqueabas en mi encima
¿No te diste cuenta mi silencio? ¿Mi
brusquedad al tratarte?
¿Era ella por quién te escondías en tu cuarto?
Para escribir horas y horas, bah,
doblemente bah
O salir a la calle como cobarde después de
discutir,
y con eso creías solucionar todo, qué
tonto
¡Qué tiene ella de bueno a no ser sopapear
la papirola!
Pero saqué fuerza de flaqueza y decidí
liberar este ahogo
que me roía No me arrepiento escribirte
esto ¡Muérete!
__
*canción
de Luis Alcaraz
jrosual
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