lunes, 28 de marzo de 2016

La singular historia de Zhou Qunfei

 Publicado por Alcides Gonzales
China tiene ahora 1400 millones de habitantes y un ingreso per cápita de $ 9100 dólares por año, una cifra que ha crecido pero sigue siendo baja, ocupando el puesto 90 en el ranking mundial. Cuando nació Zhou, en 1970, la cosa era todavía mucho peor. Zhou vino al mundo en una aldea cercana a la ciudad deXiangxiang, en la provincia de Hunan, la misma región en la que 73 años antes había nacido Mao Zedong. Cuando nació Zhou, Mao ya llevaba más de 20 años en el poder en Pekín y estaba en curso la llamada «Revolución Cultural» que algunos autores han bautizado como el «Holocausto chino».
Zhou creció en una granja de montaña y uno puede imaginársela ordeñando vacas y dándole de comer a las gallinas, que suelen ser tareas de niños y jóvenes en todas las granjas del mundo. Quedó huérfana de su madre a los 5 años y después su padre perdió un dedo y quedó casi ciego en un accidente. El infortunio del padre marcó para siempre a la hija, uno de cuyos principales atributos es el cuidado minucioso en todo lo que hace, una magnífica cualidad para trabajar con cristal.
Zhou emigró de la granja familiar con casi 16 años, hacia la un poco menos pobre provincia de Cantón. Allí, a mediados de la década de 1980, entró a trabajar en una fábrica de lentes, que sería su primer contacto con el campo que la haría la mujer más rica de China. El país había cambiado mucho. Mao había muerto en 1976 y Den Xiaoping había declarado que hacerse rico no era malo.
En 1993, Zhou renunció al trabajo y abrió su propia empresa, orientada al ramo de los cristales de alta calidad. Dio su primer gran golpe cuando Motorola le contrató el suministro de las pantallas para su teléfono Razr V3. Lo verdaderamente grande estaba por llegar.
Cuando Apple desarrollaba su primer iPhone de pantalla táctil, acudió a Zhou para encargarle un prototipo de pantalla. Lens Technology se ganó el importante contrato. Actualmente, uno de cada 5 teléfonos móviles y una de cada 4 tabletas llevan pantallas de cristal fabricadas por Zhou Qunfei. Es proveedora exclusiva de Samsung y Apple. Su emporio tiene 60 mil empleados y es la mujer más rica de su país, en una cifra que está cambiando todos los días por los altibajos de las bolsas asiáticas, pero que no baja de $ 7000 millones de dólares.
Zhou es un excelente ejemplo de la globalización. Sus fábricas están en la China continental, vive en Hong Kong y sus principales clientes están en Corea del Sur y en la costa Oeste estadounidense. Nos imaginamos que pasa mucho tiempo sobre el Océano Pacífico, a bordo de su jet privado.
China se hizo capitalista sin dejar de ser comunista. El color de todos los Partidos Comunistas del mundo es el rojo. Al parecer, la costumbre viene de la Revolución Francesa, cuando los «sangre azul» eran los de la realeza y los «sangre roja» eran los demás. La bandera de China es un rectángulo totalmente rojo, a excepción de cinco estrellas amarillas que simbolizan la «unidad del pueblo». Nada extraño entonces, que el color favorito de Zhou sea el rojo; eso sí, los trapos deben ser cortados por un excelente sastre. Es de suponer que el lápiz labial rojo también es de excelente marca.

http://www.batanga.com/curiosidades/9426/7-interesantes-cosas-que-debes-saber-sobre-la-inspiradora-historia-de-zhou-qunfei-la-reina-de-c

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