En este país, cuando una
mujer sale embarazada como consecuencia de una violación, la obligamos a tener al
bebé. No importa si ese niño crece sin amor En este país, que tiene el mayor
índice de violación de Sudamérica, no nos importa que ese bebé le recuerde a la
mujer minuto a minuto la brutal agresión que le rompió la vida. Obligamos a
35000 mujeres cada año, la mayoría niñas, a tener un hijo del violador o que
asumimos que ellas, animales procreadores,
van a amar a sus bebés, de lo contrario las acusaremos de malas madres. En este
país no importa la salud mental de la mujer violada ni la del hijo, ni si se
desarrolla un vinculo irreversiblemente dañino para los dos, o que ese niño,
cuando crezca, sepa que a su madre la obligaron a tenerlo, que su padre viola
mujeres, y peor aun, que traumó para
siempre a su propia mamá (…) La cosa es que viva, no importa si es una vida
llena de dolor y rabia. En este país les negamos a esas mujeres la opción a decidir, las
obligamos a renunciar a sus sueños, a convertirse en madre soltera de alguien a quien no quiere
(…) en un país que esta entre los peores lugares para ser madre en el planeta.
Mariana de Althaus /Perú 21
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