En el diario oficial de
publicación chilena en Lima bajo la censura directa de Patricio Lynch en su
edición del 22 de julio de 1882:
Pero no podemos menos, por lo
que a Chile respecta, que sostener que en nuestra permanencia en el Perú no hay
un móvil de estrecho egoísmo ni miras de exagerada ambición y mucho menos un
nudo que a pesar nuestro nos ata a lo que
el diario Times de Londres llama Cadáver
del Perú
Hemos tenido y la conservamos amplia y completa,
toda la libertad de nuestra acción. Si algo nos tiene
en el Perú, antes que otra consideraciones de casero interés, son
sentimiento de humanidad, de hidalguía hacia este país, que seria devorado por
sus bandos políticos, y hacia las colonias extranjeras que serian sacrificadas
en la hecatombe comunistas (¿en
1882?),a renglón seguido de nuestro adiós a la capital peruana
Para el arreglo de nuestra
conveniencia, si nos devoraría la prisa, ¡qué más teníamos que hacer que
retirarnos de la línea que consideramos valla inexpugnable (Tacna y Arica ) para nuestra seguridad futura
y suficiente para que nuestras justas compensaciones y desde ahí decirle al
país que sabemos no puede levantarse: ¡venid a quitárnosla!
…
Lima sábado 17 de junio de 1882
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