martes, 26 de mayo de 2015

Johann Georg Hamann (1730-1788)





G. Hamann nació en Konigsberg, hijo de un barbero cirujano, en el seno de una familia pietista luterana,  su infancia transcurrió en un medio de gentes religiosas y estoicas, cuyos antepasados desconfiaban de los libros y  la vida intelectual; el, sin embargo, fue un lector voraz y se las arregló para entrar a la universidad donde adquirió una formación múltiple y algo extravagante de historia , geografía, matemáticas, hebreo, teología, a la vez que por su cuenta aprendería  francés y escribiría poemas. Comenzó a ganarse  la vida como tutor de los hijos de la próspera burguesía local y, durante algún tiempo, pareció ganado por las ideas que venía de la Francia de Voltaire, y Montesquiú. Pero no mucho después, durante una estancia en Londres  fue vinculado a una misteriosa conspiración política, y luego de unos meses de disipación y exceso que lo llevaron a la ruina, experimenta la crisis que cambiaria su vida
Ocurrió en 1757. Sumido en la miseria, aislado del mundo, se sepultó en el  estudio de la Biblia, convencido, según escribiría más tarde, como Lutero, que el  libro sagrado del cristianismo era una alegoría de la historia  secreta del alma de cada individuo.  Emergió de esa experiencia transformando en el conservador y reaccionario pendenciero y solitario que, en panfletos polémicos que se sucedían como puñetazos, criticaría con ferocidad  todas las manifestaciones  de la modernidad  allí donde aparecieran. En la ciencia, en las costumbres, en la vida política, en la filosofía, y sobre todo, en la religión. Había regresado, y con celo ardiente, al protestantismo luterano de sus ancestros. Se hizo  de adversarios  y enemigos por doquier por su carácter intratable. Solía, incluso, enemistarse con gentes que lo respetaban y querían ayudarlo, como Kant, lector  suyo y quién trató de conseguirle un puesto en la universidad. De él dijo que era un pequeño homúnculo agradable para chismear un rato pero totalmente ciego ante  la verdad
 A Herder , que fue su admirador confeso y se consideraba su discípulo nunca le tuvo el menor aprecio intelectual. No es extraño, por eso, que su vida transcurriera casi en el anonimato, con poco lectores, y fuera sumamente austera, debido a los oscuros empleos burocráticos con los que se ganaba su sustento
..,.
Es su concepción de la naturaleza del hombre, en las antípodas de la visión optimista y racional que de ella promovieron los enciclopedistas y filósofos franceses de la ilustración, la criatura humana es una creación divina, y por lo tanto, soberana y única, que no puede ser disuelta en una colectividad, como hacen quienes inventan teoría sobre la evolución de la historia hacia un futuro de progreso, en el que la ciencia iría desterrando la ignorancia y aboliendo las injusticias, los seres humanos distinto y también sus destinos, y su mayor fuente de sabiduría no es la razón ni el conocimiento científico  sino la experiencia, la suma de vivencias que  acumulan a lo largo de su existencia. En ese sentido los pensadores y académicos del siglo XVIII le parecía un tantos  paganos, más alejado de Dios que los ladrones ,  mendigos , criminales y vagabundos  que , por la inestabilidad y los tumultos de su arriesgada existencia podían mucha veces acercar de manera más honda y directa a la trascendencia divina

[Respecto al sexo]
¿Por que un sentimiento de vergüenza rodea nuestros gloriosos órganos de reproducción? se preguntaba. A su juico tratar de domesticar  las pasiones sexuales  debilitaba la espontaneidad y el genio humano, y por eso quien quería conocerse a fondo debía  explorarlo  todo  e incluso descender al abismo.

Según Isaiah Berlin fue un precursor del romanticismo y de lo que dos siglos más tarde seria el existencialismo pero de otro lado uno de los fundadores del nacionalismo e, incluso,   del fascismo.

piedra de toque/ Mario Vargas llosa

No hay comentarios:

Publicar un comentario