un niño nadaba feliz en un río manso
entre la sabana cerca a su casa
ante la mirada atenta de su madre
apoyada en el marco de la puerta
De pronto, la madre se horrorizó
un cocodrilo como de tres metros
sigiloso seguía atrás de su niño
Desesperada corrió gritó: ¡Salí, salí!
Aturdido su hijo no le entendía
Se dio la vuelta tarde,
por más esfuerzo que hizo en salir,
ya le había cogido la pierna
La madre penetró al agua
cogió con fuerza el brazo del niño
y con un palo que había cogido
se puso a golpear al leviatán .
Un guardabosque, por suerte,
se percató la angustiosa escena
sacó su arma, disparó y mató al animal;
auxilió al niño llevándole al hospital
Después de semanas de recuperación
un periodista se enteró de ello
fue a visitarle al niño
le pidió enseñara la pierna dañada
El niño lo hizo pero al punto dijo:
¡Eso, es lo menos, qué importa!
Déjeme enseñarle la cicatriz del brazo
Eso es lo que importa
¡Es la huella de mi madre
librándome del animal!
(Adaptado de emisión radial)
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