domingo, 19 de mayo de 2013

Yesenia y la dimensión desconocida

Había dejado el bus interprovincial hacía como tres cuartos de hora
Escalaba un cerro y arriba veía el pueblo serrano de mi padre
Llevaba mi mochila e iba solo, la segunda vez después de él ido
Bajar al pueblo: daría  vuelta concéntrica que poco a poco descendía
Había un tramo directo, casi vertical, acopio de guijarros, balaustrada piedras lajas
Preferí  el camino manso, tendido, rodeando la hoyada ¿qué apuro? aun era temprano.

En eso oigo a mi espalda: ¡Chendo ,  Chendo, don Chendito...!  Y se quiebra la voz
La hija de don Eliseo, mi amigo, el que tenía su  imprenta y me hacía las facturas
¿No has visto a mi hijo, don Chendo? pregunta Yesenia
¿Tu hijo?... hecho un perejil no entiendo Tiene un niño de cinco años que le toma  la mano
Me aclara,  Este no, mi hijo de quince días recién nacido ¿No lo ha visto usted?
No, digo y me pregunto:¿ Cómo puede descuidar una criatura de quince días?
Sorpresa verle con un hijo de cinco años, cuando la conocí apenas  tenía catorce años
 más sorprendido, el extravió de su neonato de pocos días...
No, no he visto, estoy seguro ¡claro que  no!, digo , no he visto  ninguna criatura
En eso, su niño se desprende de su mano y corre hacia el camino agreste de piedras
Yesenia le sigue  al niño  que baja las gradas y al ver mi parsimonia  me grita:
-don Chendooo, voy adelantando Nos vemos en el pueblooo
- Yaaa! le digo Me esperas en el portaaal
Pronto se adelgaza su figura y se pierde entre el quiebre del camino
Desciendo a mi manera , crece mi curiosidad¿Que hacía  Yesenia en lo alto del cerro?
Pregunta por su hijo,  si yo no sabía que se había casado   ¿Y qué es de su esposo?
Estamos a diez horas de Lima  ¿Qué hace aquí? ¿Me seguía en el carro?
¡Imposible! Me hubiese dado cuenta
Preguntas para preguntar, sobre todo,saber de su mamá que era mi amiga
de quien compadecí y ayudé cuando cuando quedó viuda:
 dejaba cuatro niños menores siendo Yesenia la segunda
 Tres mujercitas y un varón, el último era agraciado de faz como sus hermanas.

Entonces, el diablo despertó en mí Tengo aquí mi casa vacía , le daría  posada
Tengo que hacer que se quede esta noche en el pueblo
Mañana no importa que se vaya buscando su hijo por donde quiera
Después de almorzar en la plaza iremos por la viña que rodea al pueblo
 La vamos a pasar bien y que me responda las preguntas  mientras la consuelo

Estoy en la portada Hay unos cuantos mercaderes de artesanía
de productos lácteos en el portal del pueblo
Pasan  minutos  horas  y no aparece el niño ni Yesenia
Levantan sus enseres los  pequeños comerciantes y   quedo solo
El pueblo es pequeño apenas tiene una plaza , voy a buscarla
 Ella es de cabellos rizados, tez blanca y lleva un niño de cinco años
Nadie me da razón , ¡es imposible que no la hayan visto!
o, será posible que la he visto en  una dimensión desconocida


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