No sé porqué no tengo sueño…
Son dos horas pasado las doce
y no llega el huidizo Morfeo;
desterrado dos veces de la cama,
por último, no queda más
que sentarme a escribir.
Caminé bastante hoy día,
Día de la Madre, desde una orilla
hasta la otra pared del cementerio;
oramos a la
abuela Julia y
a la cuñada de mamá, como si
muertas, no quisiera dejarse visitar
(¡que lejos una de otra!)
(¡que lejos una de otra!)
Luego, caminamos largos jirones
por alcanzar un bendito taxi:
La policía , por el gentío los aparca
muy lejos del camposanto
No sé porqué no tengo sueño…
No tomé reparadora siesta
Ni pasado las seis, tomé el exquisito café,
Tal vez, sea preludio que mañana,
mejor dicho, más
tarde,
algo desalentador vaya pasar
Pero ¿qué más pueda pasarme?
Si ya llevo, perenne, los ojos húmedos
Y el canto de mi corazón está rodado.
No sé porqué no tengo sueño…
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