La madre es el arco con que dispara las flechas -sus hijos-, a la vida
describiendo trayectorias sorprendentes, a veces desconcertantes y angustiosas
Todos los hijos -generalmente-no llegan al prado donde ella dirigía sus fuerzas,
sea por el viento, por el marido que se ausenta, por su edad ...
A veces cae en el fango,
pero lo que es seguro
la madre no discrimina a ninguno de sus hijos,
aun más, los menos favorecidos son ellos por lo que
más se angustia y ruega orando a Dios que se recuperen.
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