Sentado en la mecedora que fue de papá
puesto un cuadro de su pueblo sobre los brazos de madera
y sobre ello un libro de Saramago, de noche, noche de madrugada
oyendo por mi celular Radio Fantástica, rock del recuerdo:
soy el rey de la noche, es mi felicidad a mi manera
y coincido con Saramago cuando dice:
No creo en Dios, no lo necesito además ¡para qué! Soy buena persona.
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