lunes, 13 de mayo de 2013

Carta del adiós

"Cruzaré llorando el jardín húmedo del rocío cargando tu recuerdo, tu sonrisa, pensando en ti
Una luz que me alumbre, una voz que se impregna en mi oído, un te quiero tuyo
Una caricia que me endose  el viento y una pena: el adiós
Tu adiós mató mi ilusión, me hirió hondo y supura la herida, pienso, no cicatrizará más
A pesar, no te guardo rencor, solo siento dolor Quise amar de verdad y pronto hallé la falsedad
Nunca volveré amar...
Me lo prometo firmemente aunque por ti hay aun en mi regazo harto  amor por ti
A pesar que mi corazón esté cubierto, no me doy cuenta, siento frío , estoy desolada
¡Cómo hubiese querido  que me amaras siquiera  la mitad de lo que te rindo!
¡Cómo quisiera que tus ojos no se hubieran encandilado por otra mujer!
¡Cómo quisiera saber que será de mi mañana cuando tenga veinte años, por ejemplo!
¡Cómo quisiera que el tiempo volara y develará mi futuro!
Me dicen algunas amigas mayores:  No tengo edad para  para amarte
¡Cómo, si el corazón me pesa de tanto querer!
Me dicen que no debo salir contigo ¡que crueles son!
¡Cómo me impiden si eres la única persona que me comprendió y con quien pase los mejores momentos de mi vida!
Y luego de la consumación, recuerdo aquellas mañanas de intenso calor en nuestros jóvenes cuerpos, tendidos, entrelazados, vivíamos embelesados en nuestra cárcel de amor
Pero este orgullo maldito nos impide volver y nos impide seguir con miles de cosas bellas
Pero aun te quiero, aunque solo estoy sin ti
Pone atención al viento que entra por tu ventana alguna de estas noches y te diga:
Hay una niña-mujer  que no sabe vivir sin ti y está a punto de volverse loca ¡socórrela!
Es el invierno más grande que estoy viviendo No  se si alcanzaré ver de nuevo el sol
Si no me encuentras mas, sino sabes más de mi o si te enteras de lo funesto
 mira por el cuarto de tu ventana una noche clara y fresca entre la miriada de puntos en el cielo
veras el racimo de estrellas que se asemejan más a mi
 La constelación que tenga más brío,  y , a pesar, te daré más mi luz
¡Que pena! Decidirte cambiar de casa, decidirte tener otra mujer en un barrio nuevo
A pesar, soy generosa: si la amas ruego a Dios que te ame también Amar es entregar la vida como  he entregado
 No merece ocupar amor de otro hombre ese pequeño cubículo de mi pecho Estoy de luto
 Me gusta el vestido negro y en mi casa mis padres se preocupan por mi
¡Que se va hacer...! La suerte no está de mi lado Adiós, tuya  siempre."

(Carta encontrado en el cuaderno viejo de mi sobrino dirigida a él por una compañera de su colegio
Hubiese sido interesan conocerla pero mi sobrino la despreció)

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