4.
Yo,
y Guadalupe, –la tía no estaba-
Nos
quedamos anonadadas
Solo
nos abrazamos, y entre
cruce
de brazos nos pusimos a llorar
En
la noche quedamos en su casa
Temiendo
regresar muy tarde
Como
no podíamos dormir
Curiosa,
pregunté a Ina Liliana
Y
cómo es el pueblo de Hue…
Pregunté
sin poder deletrear
Huepetuhe,
aclaró y agregó:
Es
una aldea muy pequeña
Casas
hechas de madera
Donde
estaba, Belén, se llamaba
»Sobre madera se vierte cerveza
El
salón de arriba, nuestro techo
Filtraba
a los cuartos de abajo
Y
con los días abombaba y mareaba
»Qué
al minero fogoso no importaba
A
la chica que trabaja tampoco
A
la autoridad que iba lejos, menos,
Distraído
alcalde de la provincia, iba
»Armatoste
de madera
A
sudor repulsivo olía
Empernado,
desmontable
De
una miseria palpable
»
Pueblo errante que cambia lugar de vez en cuando
Por
las vetas que agotan e iban más allá, desforestando
Atentando
la biodiversidad
»Sabe
Dios, hoy, el antro dónde andará
Tal
vez se ha ido al otro lado del río
»Dos
camarotes en cada extremo
Dividido
por un cordel al medio
Donde colgábamos el vestuario
Era
nuestro cuchitril perímetro
»
Matsé, ocupaba la parte alta
Muchacha
de dieciocho años
De
la comunidad Amarakaeri
Había
ido a estudiar a Puerto
Su
afán era librar a su aldea
del
ostracismo, del abandono
Pero
sin dinero todo volcaba
Y
rodaba al río Madre de Dios
Por
eso la frágil y bonita Matsé
Su
cielo con el abuso compartía
»
Apilaba cajas vacías de cerveza,
de
escalinata, para ascender
Y
descender a la degradación
Así,
esperaba lograr su misión
»
Luego de embarazadas, parir
Regresaban
a su comunidad
Luego
de meses –la mayoría-,
al
lupanar, con otras, volvían
»¡Y
ellas serán unidad de familia!
¡Qué
familia! ¡Qué país les espera!
¡De
los que ignoran a sus padres!
»
Camarote, do de vez en cuando
Rebuznaba
el minero, y gritaba:
¡Apaguen
las luces, carajo!
»
Sucede al suroriente peruano:
Pueblo
minero de Huepetuhe que
cada
cierto tiempo cambia de lugar
»
También eran traídas del Cuzco,
de
Bolivia, de los conos de Lima
Disque
para trabajar de tenderas,
para
anfitrionas, para progresar, ¡ja!
»
Arrancadas de sus padres, e
Inducen
de niñas a prostituirse
Los
padres lo saben o lo intuyen
Para
qué van sus hijas a Huepetuhe
»
Y llegan más de Madre de Dios
Como
semillas frescas de castaño
Trituradas
por amores mercantes
»
Me pregunto, aunque suene mal
¿Madre,
por qué no velas a los tuyos?
¿Hay
que recordarte su ubicación?
»
Prevalece total la impunidad
Y
el gobierno no quiere saber
»
Contaminan la cuenca del río
por
el vil oro con cianuro mercurio
»
Lo que antes huertos maizales
Sembrado
por anteriores dueños,
-
contaba Matsé-, ahora era parda
Que
el cargador frontal movía al río
para
extraer más oro del sub suelo;
»
Lo que antes, blanco camposanto
-contaba-
lápidas partidas por mitad
y
entre el gris montículo del relave,
varios
epígrafes se iban borrando
»
Los muertos, boca a lodo cubrían
que
en la crecida se lo llevaba el río
»¿Sabrá
Dios dónde queda Madre de Dios?
¿Dónde
el grito del Dios justiciero?
¿O
lo sabrá, el barquero del río Aqueronte?
»
El traqueteo de una bomba usada
Fuera
del burdel, chillar no dejaba
Disipaba
nuestros ayees sufridos
Que
me hacía abjurar la noche
»¡Para
qué habré nacido mujer!
Cóctel
de violaciones, roznidos de minero
Sin
autoridad nos defienda,
Nuestra
vida igual a campo roturado
No,
para hacer nueva, útil, siembra
Sino
para que meen perros inmundos
»
Si tienes hermana menos de catorce
-Oí
a Ottolina animaba a Matsé-
La
paga es mejor, nada le faltará
Ropa,
comida, alojamiento tendrá
¡Llámala!
¡Tráela! ¡Yo empecé así!
Tengo
mi propia cantina, y hostal,
Animaba
Ottolina, mote, La Faraona
»
Sucede eso al oriente del sur peruano:
Pueblo
minero de Huepetuhe que
cada
cierto tiempo cambia de lugar
»
Ser informal minería (1) nada recibía
Es
decir, salud educación protección
Como
si la tasa exigida del gobierno
más
vital que vidas humilladas fuera
»
Fácil ganar, también fácil perder
Aquél
que ahíto estaba por regresar
Arma
blanca le podía hendir la noche
Y
fulminar sus sueños de grandeza
»
Aunado al sida dengue, fiebre
el
minero a contraer, sufrir, proclive
»
Únicos beneficiarios, los codiciosos
Que
no bregan ni dragan el río
Pero
el oro les llega a su escondrijo
»¿Y
los pueblos que no tiene oro,
sin
un abrazo que los despierte,
sin
un mañana que les desahogue
sin
una voz que les reconforte?
»
Solo tienen hijas que allí sirven
De
vez en cuando lanzan la mirada
hacia
la cloaca de Huepetuhe
-desangrado
sin sangrar, preguntan-
cuándo
volverá su raíz deshecha
»
Sucede eso al oriente del sur peruano:
Pueblo
minero de Huepetuhe que
cada
cierto tiempo cambia de lugar
»
Si alguien se entera de este infierno
lo
habla un momento pero luego calla »
Esa
es la historia triste de otra amiga
Ina
Liliana que escapó de la guadaña.
_
(1) Minería
informal produce el 20 % de oro en el país. En La pampa: 25,000 kilos al año
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