martes, 1 de octubre de 2019

El diario....



4.

Yo, y Guadalupe, –la tía no estaba-                      
Nos quedamos anonadadas
Solo nos abrazamos, y entre
cruce de brazos nos pusimos a llorar

En la noche quedamos en su casa             
Temiendo regresar muy tarde
Como no podíamos dormir
Curiosa, pregunté a Ina Liliana

Y cómo  es el pueblo de Hue…
Pregunté sin poder deletrear                    

Huepetuhe, aclaró y agregó:
Es una aldea muy pequeña            
Casas hechas de madera
Donde estaba, Belén, se llamaba

»Sobre  madera se vierte cerveza
El salón de arriba, nuestro techo
Filtraba a los cuartos de abajo
Y con los días abombaba y mareaba

»Qué al minero fogoso no  importaba                 
A la chica que trabaja tampoco
A la autoridad que iba lejos, menos,
Distraído alcalde de la provincia, iba

»Armatoste de madera
A sudor repulsivo olía
Empernado, desmontable
De una miseria  palpable

» Pueblo errante que cambia lugar de vez en cuando
Por las vetas que agotan e iban más allá, desforestando
Atentando la  biodiversidad

»Sabe Dios, hoy, el antro  dónde andará
Tal vez se ha ido al otro lado del río

»Dos camarotes en cada extremo
Dividido por un cordel al medio
Donde  colgábamos el vestuario
Era nuestro cuchitril perímetro 

» Matsé, ocupaba la parte alta
Muchacha de dieciocho años
De la comunidad Amarakaeri
Había ido a estudiar a Puerto
Su afán era librar a su aldea
del ostracismo, del abandono
Pero sin dinero todo volcaba
Y rodaba al río Madre de Dios
Por eso la frágil y bonita Matsé
Su cielo con el abuso compartía

» Apilaba  cajas vacías de cerveza,
de escalinata, para ascender
Y descender a la degradación
Así, esperaba lograr su misión

» Luego de embarazadas, parir
Regresaban a su comunidad
Luego de meses –la mayoría-,
al lupanar, con otras, volvían

»¡Y ellas serán unidad de familia!
¡Qué familia! ¡Qué país les espera!
¡De los que ignoran a sus padres!

» Camarote, do de vez en cuando
Rebuznaba el minero, y gritaba:
¡Apaguen las luces, carajo!

» Sucede al suroriente peruano:
Pueblo minero de Huepetuhe que
cada cierto tiempo cambia de lugar

» También eran traídas del Cuzco,
de Bolivia, de los conos de Lima
Disque para trabajar de tenderas,
para anfitrionas, para progresar, ¡ja!

» Arrancadas de sus padres, e
Inducen de niñas a prostituirse
Los padres lo saben o lo intuyen
Para qué van sus hijas a Huepetuhe

» Y llegan más de Madre de Dios
Como semillas frescas de castaño
Trituradas por amores mercantes

» Me pregunto, aunque suene mal
¿Madre, por qué no velas a los tuyos?
¿Hay que recordarte su ubicación?

» Prevalece total la impunidad
Y el gobierno no quiere saber

» Contaminan la cuenca del río
por el vil oro con cianuro mercurio

» Lo que antes huertos maizales
Sembrado por anteriores dueños,
- contaba Matsé-, ahora era parda
Que el cargador frontal  movía al río
para extraer más oro del sub suelo;

» Lo que antes, blanco camposanto
-contaba- lápidas partidas por mitad
y entre el gris montículo del relave,
varios epígrafes se iban borrando

» Los muertos, boca a lodo cubrían
que en la crecida se lo llevaba el  río

»¿Sabrá Dios dónde queda Madre de Dios?
¿Dónde  el grito del Dios justiciero?
¿O lo sabrá, el barquero del río Aqueronte?

» El traqueteo de una bomba usada
Fuera del burdel, chillar no dejaba
Disipaba nuestros ayees sufridos
Que me hacía abjurar la noche      

»¡Para qué  habré nacido mujer!
Cóctel de violaciones, roznidos de minero
Sin autoridad nos defienda,
Nuestra vida igual a campo roturado
No, para hacer nueva, útil, siembra
Sino para que meen perros inmundos

» Si tienes hermana menos de catorce
-Oí a Ottolina animaba a Matsé-
La paga es mejor, nada le faltará
Ropa, comida, alojamiento tendrá
¡Llámala! ¡Tráela! ¡Yo empecé así!
Tengo mi propia cantina, y hostal,
Animaba Ottolina, mote, La Faraona

» Sucede eso al oriente del sur peruano:
Pueblo minero de Huepetuhe que
cada cierto tiempo cambia de lugar

» Ser informal minería (1) nada recibía
Es decir, salud educación protección
Como si la tasa exigida del gobierno
más vital que vidas humilladas fuera

» Fácil ganar, también fácil perder
Aquél que ahíto estaba por regresar
Arma blanca le podía hendir la noche      
Y fulminar sus sueños de grandeza

» Aunado al sida dengue, fiebre
el minero a contraer, sufrir, proclive

» Únicos beneficiarios,  los codiciosos
Que no bregan ni dragan el río
Pero el oro les llega a su escondrijo

»¿Y los pueblos que no tiene oro,
sin un abrazo que los despierte,
sin un  mañana que les desahogue
sin una voz que les reconforte?

» Solo tienen  hijas que allí sirven
De vez en cuando lanzan la mirada
hacia la cloaca de Huepetuhe
-desangrado sin sangrar, preguntan-
cuándo volverá su raíz deshecha

» Sucede eso al oriente del sur peruano:
Pueblo minero de Huepetuhe que
cada cierto tiempo cambia de lugar

» Si alguien  se entera de este infierno
lo habla un momento pero luego calla »

Esa es la historia triste de otra amiga
Ina Liliana que escapó de la guadaña.
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(1)  Minería informal produce el 20 % de oro en el país. En La pampa: 25,000 kilos al año





jrosual


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