El diario...

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Miércoles  2 de agosto

Fui ayudar a Lupe en su trabajo

Ella, primero va a la oficina

Deja su  DNI

Y le dan la mercadería del día,

-Del día que tiene que vender-

Luego, cuando vuelve

Para el balance de la jornada

Le devuelven el documento

Y le pagan la comisión

Y así es todos los días

Esta vez le han dado tazas de losa

Con sus respectivos platitos

Decorados y muy bonitos

Armados en celofán en paquetes de seis

A duras penas lo hemos a un lugar

Cerca a un retail, dejada en el portal

Cuidando  los paquetes, y ella

los llevaba de uno en uno a ofrecer

Qué difícil es este trabajo

Tarde, muy cansada regresé.  

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Jueves 3

Mi santo, cumplo veinte años

De esperanzas y desengaños

Desperté alborozada;

Conforme las horas iban

nadie me saludaba

De mí no se acordaban

¿O era sus problemas más grandes que mi desespero?

¿O es que por no dar un regalo, obviaban?

¡Qué feo oe!

¡Qué  mañana más horrible!

Me dijeron tengo problemas

Cuando fui a mi control en la posta

Me puede venir el bebé antes

Dije, solo siento un leve dolor

Pero el doc me programó una cita

Cuando llegué, Ina, Dulce,

Catia, su hermana Zoila

Estaban en casa con Lupe

Todas estaban cocinando

Entre ellas cuchicheando

Cuando me vieron, algazara

Abrazos y besos

Cambiaron a carita feliz

Almorzamos luego

Y más tarde prepararon torta

Harina, risas y condimentos

Me cantaron happy, y bailamos

¡Qué tarde tan bonita

Todas meneamos la colita!

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Sábado 5

Malas noticias, tambor,

Posible infección urinaria

Me dieron mix de pastillas

Me pidieron un examen

Para una evaluación mejor

Es que estoy exagerando

Esas tazas pesan mucho

A Guadalupe se lo diré

Me quedé muy triste

Ahora qué voy hacer

Cómo me voy abastecer

·          

Cuando llegó Lupe, mi prima

Preguntó por qué no había ido

-Después de la consulta-

Le expliqué el motivo

Entendió, más bien, se culpó ella

Por no cuidarme

Nos acostamos nos engrosamos

Antes que se fuera a su enamorado

Como sucede a veces

Se va a dormir a la casa de él

Nosotras, desamparadas

como arena cocida al sol

que nos da cada mañana

pero ya no nos importa

somos resilentes al dolor

Sin padre, hermanos, marido

Que pudieran auxiliarme

En ese día de las señales

Llevarme urgente a la sala de partos

Temo, lloro, me da miedo

Por eso, trato conservar a mis amigas

Son útiles como las pértigas

Les doy un hueco de mi cama

Les suplico, enaltezco

Qué rico abrigas, les digo

Las sublimo, glorifico, las encumbro

Con tal que se queden

Maniobro mi guitarra

Cantando algo de esperanza

Aunque sea vida vidorria

Perseguida  por la música, qué más

-Alcanzada-, ésta, reclama

Y vislumbro repentinamente

Par de compases  a una canción

Que acompaño presto

Los primeros riffs de mi guitarra.

[…]

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jrosual