sábado, 4 de febrero de 2017

SAN VICENTE DE PAÚL 27


Llevar la libreta roja a casa
Escuchar lamentos de papá y mamá
Fue una desazón no vislumbrada
Sobre todo los lloros de mi madre:

A mano, con lejía y  blanqueador
Todo un año lavando tu uniforme
Rociando con almidón de ropa
Para que el guardapolvo lumbre

Para que luciera como nueva
Haciendo con amor y  esmero
Para que mi hijo luciera limpio
Y todo para qué…y todo para qué

Y  se ponía a llorar
Y cuando me acercaba
Conmovido
a que no siguiera
Me apartaba y me decía:
¡Tú no eres mi hijo¡

***

No hay comentarios:

Publicar un comentario