Gilles de Rais, asesinó y violó a más de 200 niños durante
los años de 1432 a 1440. Sus crímenes estaban ligados al homicidio, la tortura,
despellejamiento, decapitación, descuartizamiento y violación de infantes, todo
por simple placer.
Fue en 1437 cuando le dio propósito a su enfermo pasatiempo:
sacrificar inocentes para invocar al diablo. Se dice que el demonio que invocó
se llamaba Barrón.
Su castillo de Tiffauges fue el lugar perfecto para
secuestrar y ocultar los cadáveres calcinados de cientos de niños. El 13 de
septiembre de 1440 fue visitado por militares que decían sospechar de él por la
desaparición de muchos jóvenes que rondaban cerca de su castillo. El 19 de ese
mes fue sentenciado y el 26 de octubre de ese mismo año fue ahorcado. Sus sirvientes corrieron la misma suerte.
Antes de morir Rais fue excomulgado, lo
cual le generó terror, por ello confesó y fue perdonado por el sacerdote de esa
comunidad y su cadáver fue enterrado en una iglesia.
Isabel Bathory.Se
decía que a Isabel le atraían sexualmente las mujeres, con quienes sostenía
relaciones muy violentas que involucraban golpes y sangre, lo cual asustaba a
quienes se ofrecían. Ella violaba a sus sirvientas y maltrataba a sus criados.
Torturar a sus sirvientes era parte de su rutina diaria,
pero a Isabel sólo le preocupaba una cosa: su inevitable envejecimiento.
Existe una anécdota
que relata cómo nació la idea de que asesinar vírgenes le traería belleza
inigualable. Fue en un día normal, su sirvienta le estaba cepillando el
cabello, pero involuntariamente ésta le lastimó. Fue entonces cuando Isabel se
levantó furiosa y dio un golpe a la nariz de su sirvienta, su sangre cayó en la
alfombra a la vista de la condesa. A la mañana siguiente Isabel fue a ver qué
había sucedido con la alfombra, tocó ésta y luego se percató de que el lugar
preciso donde había caído la sangre era mucho más suave que el resto de la
alfombra.
Así fue como comenzaron épocas oscuras y noches de
descabezamiento para cientos de desafortunadas que rondaban por su castillo y
algunos años después sería condenada al encierro en su propia torre. Murió el
21 de agosto de 1614.
La siguiente mujer en la lista, tan vil como las dos
anteriores, es Ranavalona I, reina de Madagascar,
una asesina que mató a más de 10,000 en una semana de festejos sin
motivo alguno más que por placer. Asesinó a más de 150,000 cristianos, a
quienes perseguía su ejército.
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