De poemario la virgen del Rosario
Un trato que acaba en maltrato
Remedo este
relato a la doña con su dejo localista
de un hecho
reciente y trato común entre vecinos
(Versa que se da
incluso entre profesionales
que llegan de la
ciudad pero al contacto lugareño
remedan con
gusto ese parlar de antaño)
Contaba a mi
madre de esta manera:
Un día diaque vi llorar a doña Benilda ¿conociste?
Sentada en un poyo al lao de mi puerta taba
-¿Qué pasó doña Nilda por qué llora así?, pregunté
-¡Mi hermana, mi hermana, ay, es una condenada!
¡Sus animales se han comido toda mi alfalfa!,
¡Que hago! ¡Es mi hermana ¡No puedo hacer nada!
¡Llevé mi vaca esta mañana y no tiene qué comer!
Y lloraba la Nilda sin consuelo, diaque me dio pena
DÍjele entonces: tengo retacito de alfalfa en Palco
Es cuestión que vaigas con mi hijo Alpidio a verlo
Te muestre de dónde a dónde tascar y tasen cuánto
Y mañana mismito echas
tus animalitos a pastar
Dicho y hecho, mi Alpidio tasó doscientos cincuenta
Nilda ofreciome doscientos veinte pero así quedamos
Al momento de la paga solo me alcanzó doscientos
Después te alcanzaré, dijo, cuando llegué mi marido
¡Ay, no me dijo así!, y yo comprensiva le acepté
Aunque le dije: me darás, pues, suero un poquito
pa hacer mi requesón y también poquito de papita
Diaque, pasó un mes y no quería saldar a mi Alpidio
Mandé a mi otro hijo mayor que venia de Lima, Teba,
Este no aguanta pulgas, ahí si se dieron a golpes
Con el marido de Nilda y la gente ¡quisiú! (1) ¡ahí,
mirau,
Lo que no debía interesarle lo que el granuja
esparcía:
¡Ya estás grande Teba, tienes buen lomo para trabajar,
Y ayudes a tu madre anciana barbechar la chacra
siquiera!
Diaque, le dijo el marido de Nilda delante de todos
A mi Teba que no sabía la cara donde poner
Díjole además:
¡Con el suero y la papa que le dimos ya está cancelado!
Y no quiere completar el pago el sinvergüenza
¡Diaque, cómo es la gente hoy día ¿no? ¡Jesús Dios!
¡Una hace favor
y así le pagan, ya no es como antes!
Contrito
pensativo le vi al día siguiente a mi Teba
que le bajó la moral a los suelos a tal que me dijo:
¿Qué pensaran mis paisanos tenerla abandonada?
Mejor, mamá, vamos a Lima allí no te va faltar nada
¡Qué sabe el granuja por qué mi Teba está en Lima!
¿Acaso me abandona? Siempre que viene me trae algo
Ahora ta que mi hijo Teba me ruega llevarme a Lima
Y yo que no quiero ir, aquí ta mi marido enterrao
Aquí, mi vaca Mosha*, mi borrega, aquí quiero tar
¡Vieja, pa que voy a ir, que falta hago allá! ¿Pa dar
pena?
Aquí, siquiera arrendando mi chacrita, cogiendo habita
Como sea, paso mi vida hasta que mi Porfirio me lleve.
...
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