jueves, 24 de noviembre de 2016

Un trato que acaba en maltrato

De poemario la virgen del Rosario
Un trato que acaba en maltrato

Remedo este relato a la doña con su dejo localista
de un hecho reciente y trato común entre vecinos

(Versa que se da incluso entre profesionales
que llegan de la ciudad pero al contacto lugareño
remedan con gusto  ese parlar de antaño)

Contaba a mi madre de esta manera:

Un día diaque vi llorar a doña Benilda ¿conociste?
Sentada en un poyo al lao de mi  puerta  taba

-¿Qué pasó doña Nilda por qué llora así?, pregunté
-¡Mi hermana, mi hermana, ay, es una condenada!
¡Sus animales se han comido toda mi alfalfa!,
¡Que hago! ¡Es mi hermana ¡No puedo hacer nada!
¡Llevé mi vaca esta mañana y no tiene qué comer!

Y lloraba la Nilda sin consuelo, diaque me dio pena
DÍjele entonces: tengo  retacito de alfalfa en Palco
Es cuestión que vaigas con mi hijo Alpidio a verlo
Te muestre de dónde a dónde tascar y tasen cuánto
Y mañana mismito echas  tus animalitos a pastar

Dicho y hecho, mi Alpidio tasó doscientos cincuenta
Nilda ofreciome doscientos veinte pero así quedamos

Al momento de la paga solo me alcanzó doscientos
Después te alcanzaré, dijo, cuando llegué mi marido
¡Ay, no me dijo así!, y yo comprensiva  le acepté

Aunque le dije: me darás, pues,  suero un poquito
pa hacer mi requesón y también poquito de papita

Diaque, pasó un mes y no quería saldar a mi Alpidio
Mandé a mi otro hijo mayor que venia de Lima, Teba,
Este no aguanta pulgas, ahí si se dieron a golpes
Con el marido de Nilda y la gente ¡quisiú! (1) ¡ahí, mirau,
Lo que no debía interesarle lo que el granuja esparcía:

¡Ya estás grande Teba, tienes buen lomo para trabajar,
Y ayudes a tu madre anciana barbechar la chacra siquiera!

 Diaque,  le dijo el marido de Nilda delante de todos
A mi Teba que no sabía la cara donde poner
Díjole además:

¡Con el suero y la papa que le dimos  ya está cancelado!
Y no quiere completar el pago el sinvergüenza  
¡Diaque, cómo es la gente hoy día ¿no? ¡Jesús Dios!
¡Una  hace favor y así le pagan, ya no es como antes!

Contrito  pensativo le vi al día siguiente a mi Teba
que le bajó la moral a los suelos a tal que me dijo:
¿Qué pensaran mis paisanos tenerla abandonada?
Mejor, mamá, vamos a Lima allí no te va faltar nada

¡Qué sabe el granuja por qué mi Teba está en Lima!
¿Acaso me abandona? Siempre que viene me trae algo
Ahora ta que mi hijo Teba me ruega llevarme a Lima
Y yo que no quiero ir, aquí ta mi marido enterrao
Aquí, mi vaca Mosha*, mi borrega, aquí quiero tar

¡Vieja, pa que voy a ir, que falta hago allá! ¿Pa dar pena?
Aquí, siquiera arrendando mi chacrita, cogiendo habita
Como sea, paso mi vida hasta que mi Porfirio me lleve.

...

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