…O puedes
hacer lo que hizo el escritor británico John Banville. Creó a Benjamín Black,
un seudónimo para firmar sus novelas policiales. Banville ha dicho que cuando
se colocaba en “modo Black” escribía más rápido. El nombre, una nueva
identidad, le había permitido algo invalorable: librarse de si mismo, de buena
parte de sus prejuicios estéticos. De hecho, Banville ha declarado,… que tal vez hubiera sido mejor para él no revelar
nunca que Benjamín Black era un seudónimo suyo. El misterio – o más bien, la
creencia de que Black existía- seguramente habría multiplicado las ventas…
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H13/J.M.Robles/Nº
319
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