PUERTA DIMENSIONAL
En la zona de Picapiedra, Lúcumo, perteneciente al distrito de Pachacamac –sur de Lima- se perdió una niña de seis años. Su madre lo buscó incansablemente y no la halló, más bien, en esa búsqueda, se enteró que otras niñas también se habían perdido por esa zona y que con las denuncias respectivas –gente pobre- nada se supo y se olvidaron del asunto.
Pasaron veinte años y según ésta madre una mañana
intempestivamente entró la niña perdida a su casa.
-¡Mamá!, dijo
-¿Qué…?
-¡Mamá, soy Adalid, tu hija!
Se quedó sorprendida la madre ante lo que creyó una
ilusión. Pero la vio bien, se fijo bien en su vestido y era tal cual como se
había perdido su hija ¡hace veinte años! Dijo:
-¡Pero hija, tu no has crecido… fíjate, yo ya
estoy vieja… y tú estás igual! ¿Dónde has estado?, ¡Te he buscado tanto!
-En la fábrica,
dijo la niña.
-¿Fábrica? ¿De qué?
Recordó la madre que por allí cerca estaba la
fábrica de cemento Sol, dijo:
-¿La fábrica de cemento?
-¡Si mamá, ahí hay muchas como yo!
La madre enmudeció
Y la niña dijo finalmente:
-He venido solo por un momento, tengo sed mamá,
dame agua.
Y como la madre no salía de su asombro la niña
entró al fondo de la casa - sabía dónde estaba la cocina- tomó un vaso,
escanció el agua, bebió y salió.
-¡Hija dónde vas!
-Me voy mamá.
Y la madre le siguió y en lo que se demoró
cerrar y abrir los ojos la niña desapareció.
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