Suzy Favor (47) fue diagnosticada con un trastorno de bipolaridad. Su médico
le recetó Zoloft, un antidepresivo que, sin otros fármacos, provoca síntomas
maniacos. En ella despertó la híper sexualidad.
Así, a fines de 2011 y durante diez meses, a sabiendas de su marido Mark
Hamilton y con una hija de seis años, Suzy se transformó en Kelly Lundy, una
prostituta de Las Vegas.
Un empresario ricachón, que conocía su pasado (fue Suzy atleta olímpica en Atenas 2004), se obsesionó y se empecinó
en hacerla su novia. Ella se rehusó y, en desquite, él le contó a un periodista
que lo publicó en el portal The Smoking Gun. Se quedó sin auspicio, y sus amigos
le dieron la espalda. Ante la vergüenza, se borró.
De eso ya han pasado tres años. Hace un mes, con la ayuda de un editor,
Suzy publicó Fast Girl. A life spent
running from madness (Chica rápida. Una vida huyendo de la locura) –donde detalla
sus encuentros sexuales- Es una muestra de su narcisismo. Otro ven en él su
liberación.
Huir era lo más fácil, pero me quedé a su lado por amor, ha declarado
su esposo Mark. Suzy premia su lealtad con sinceridad amenazante: Kelly está en
la sombra, pero hay partes de ella que siempre van a existir.
(Noticias)
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