De niño,saliendo de la escuela, corría hacia el puesto de comida de su mamá
donde ella, a esa hora, sobre el mostrador servía el menú a sus clientes
Sus compañeros de la escuela se quedaban rezagados
pero él tenia que aplacar su hambre cuanto antes ¡y que mejor!
amamantando el pecho de su madre, entonces le decía a ella,
sabiendo que sus amigos pasarían luego por la venta
y preguntarían por él:
"¡Mama, siéntate bajito no me vayan a mirar!"
(un sobrino que ahora tiene tres hijos
y se quedó con ese mote)
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